Honduras ubicado geográficamente en el corazón del continente americano cuenta con hermosas playas de arena blanca que sorprenden a propios y extraños, aquí se encuentra una riqueza natural patrimonio de la humanidad y es el segundo arrecife coralino más grande y mejor conservado del mundo, pero una tragedia ambiental amenaza y ya está afectando a uno de los tantos sitios paradisíacos que posee el territorio catracho en su costa norte, los habitantes del municipio de Omoa, Cortés, están al borde de la locura por las miles de toneladas de basura que inundan durante el año sus playas, son más de 45 kilómetros de costa afectados por desechos que lanzan irresponsablemente al río Motagua los pobladores de más de una decena de municipios del hermano país centroamericano Guatemala. El afluente de este río desemboca en el mar Caribe cargado de plástico, vidrio, desechos hospitalarios y residuos tóxicos para que finalmente el vaivén de las olas deposite sobre las playas hondureñas toda esta basura afectando el ecosistema de la zona, muchas especies animales aparecen muertas con plástico en su estómago, los pescadores trasladan a los mercados producto contaminado que afecta la salud de miles de hondureños, mientras los empresarios pegan el grito al cielo porque los turistas ya no llegan y sus negocios permanecen vacíos obligando a muchos a cerrar, dejándolos al borde del precipicio financiero.
RECLAMOS INTERNACIONALES…
Las autoridades locales han pedido la ayuda del gobierno central que dispuso de recursos para emplear a decenas de personas para dedicarse exclusivamente a la limpieza de estas playas no logrando ni siquiera mitigar el problema debido a que todo el trabajo de limpieza que se realiza durante todo un día se echa a perder en horas y por la mañana amanecen las playas igual o peor de sucias. El problema es tan grave que el alcalde del municipio de Omoa en una acción desesperada para responder a los reclamos de los pobladores, preparaba con el apoyo de otros alcaldes de la zona, una demanda internacional contra el país vecino, sin embargo para buscar una solución pacífica intervino el Presidente de la República de Honduras Juan Orlando Hernández, quien aprovechó un encuentro con su homólogo de Guatemala, Jimmy Morales Cabrera, y le exigió una solución a este tema, incluso los cancilleres de ambos países hicieron un recorrido en lancha por este sector quedando horrorizados con la tragedia ambiental que se abrió ante sus ojos, es así que Guatemala aceptó su responsabilidad y prometió tomar medidas drásticas y rápidas para poner un freno a esta desafortunada situación.
POSIBLES SOLUCIONES…
Un proyecto integral se desarrollaría en la cuenca del río Motagua financiado por el Fondo Global para el Medio Ambiente, dicho proyecto consistente en el levantamiento de una línea base para identificar los puntos críticos de contaminación, iniciativas innovadoras para frenar estos puntos de contaminación y evitar que las corrientes del río continúen arrastrando residuos.
Además se habló de educar a los pobladores de los 19 municipios de Guatemala que habitan en las riveras de este frondoso río que desemboca en la frontera de ambos países, escuchamos también de plantas de tratamiento de aguas residuales y muchos otros planes más para mitigar los daños causados.
Pero como el papel aguanta con lo que le ponen y del dicho al hecho hay mucho trecho, pese a las gestiones hondureñas y a la buena «voluntad» del gobierno de Guatemala las acciones prometidas aún no aparecen mientras el caos ambiental no da tregua y se agudiza en la zona ¿Será que al gobierno de Guatemala se le olvidó el compromiso asumido ante Honduras y el planeta?
¿Es necesario que los temas se pongan de moda en los medios de comunicación para que las autoridades se pongan manos a la obra?
Es urgente parar cuanto antes estos focos de contaminación porque los daños ambientales son graves y tarde o temprano tendrán severas repercusiones globales.
Cuídense mucho no olviden que siempre los quiero como lectores y no como noticia, si nos vamos a ensuciar las manos que sea por la tierra.
Escrita con mucho respeto hacia nuestro planeta Tierra por abogado y máster César Quintanilla Twitter: cquintanilla3, Instagram: cesar_quintanilla, página oficial facebook: César Quintanilla