¿LAS MINUCIAS?

MA
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9 de mayo de 2024
/
12:25 am
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¿LAS MINUCIAS?

“ANTES que lo olvide –mensaje de la mamá de la nena de los cuentos– dice aquella, después de tratar de leer el editorial de hoy”: -“El Ing., ¿a saber de qué habla hoy?, yo no le entiendo nada –y lee un poquito en voz alta y me pregunta ¿si entendí?”–. “Con mucha tranquilidad le dije, ummm, te diré que esos temas no mucho los entiendo hija, son temas de política”. -“Ha de ser, porque él es un presidente y entiende de democracia”. -“Ya me preparaba a hablar del reino y ella misma me mandó a callar (solo se debe hablar lo que se conoce)”. (Respecto a los últimos temas abordados, sobre el ámbito internacional, la mamá, una buena abogada, manda varios comentarios: “Aquí vivimos en democracia; pero no lo valoramos”. “Lo cierto es que, el que paga la música manda el baile”. “La ONU, OEA, la Corte Interamericana de Derechos Humanos, el Banco Mundial, etc., etc., todos los cooperantes internacionales deciden cómo debemos pensar; esto es una verdadera gobernanza, económica, política y social, que está por encima de los Estados y sus autodeterminaciones”. ¿Y quiénes financian a estos organismos? ¿Para dónde vamos? Presidente, está escrito: vendrán cosas peores”).

“Todo diablo tiene su lado santo” –agrega– “los gringos se unen a los rusos para fastidiar a los chinos (o viceversa)”, alusivo a esta conversación de cierre: (¿Y qué opinás –entra el Sisimite– (alusivo a los 5 mandatos que lleva al hilo el presidente ruso) de estas curiosas realidades? -Que quien se encarama –responde Winston– sin que haya fuerza que lo baje, eterniza como el ocho tumbado; y va apretando tuercas, monopolizando el poder, para no dejarse tumbar, hasta que cae horizontal y se lo lleva el diablo). (Winston interviene con una sugerencia: Pregúntele a la nena a ver qué opina. Que no han de gustarle estos últimos temas que –como hay que variar para cubrir todos los gustos del colectivo– se intercalan con las historias que a ella le gustan. Qué cuentos más feos esos últimos, ha de decir. “Cabal –responde la mamá– ayer me dijo que ya días no le cuenta un cuento, debido a la bruma”). El viejo amigo constituyente: “Interesante y muy aleccionador el editorial de hoy. En uno de sus apartados, refiere: “Los opositores –si por su gusto mueren, que los entierren parados–dividieron el voto anti-Martinelli. Pero así es la estupidez política, pesa más el ego, que la estrategia y cada cual lanzó su candidatura. Lombada, 24.8%, expresidente Torrijos 16%, excanciller Roux, 12%”. Y agrega su comentario: Porcentaje de la votación total de la oposición, 52%. ¿Y con qué porcentaje de votos se impuso, Mulino, candidato ganador, apadrinado por el expresidente Martinelli? Con una minoría del 34%. ¿Y esto nos ha sucedido y podría seguir sucediendo en Honduras?

(En realidad –entra el Sisimite– el cálculo anterior del 52% del voto de la oposición no es del todo exacto. Falta sumar el voto de las otras minorías, los nulos, y las abstenciones. -O sea –interviene Winston– lo que insinúas es que ¿si el partido ganador obtuvo el 34%, lo que habría que sumar es todo el voto en contra, el 66%, para concluir que apenas una tercera parte de los panameños apoyan el próximo gobierno? -Así sucede –explica el Sisimite– con los sistemas electorales de la simple mayoría, donde no hay segunda vuelta. Son más los contrarios del otro lado que el apoyo obtenido por el ganador. -¿Y entonces –sopesa Winston– se trata de gobiernos débiles a partir del pecado original? -Pero no solo aquí en la vecindad –responde el Sisimite– fijate bien cómo fue investido el presidente del gobierno español. Para comenzar, en las elecciones no ganó el PSOE la mayoría de votos, sino el PP que acabó junto a VOX en la vil llanura. Pero en negociaciones con la menudencia –casi todas las agrupaciones independentistas– consiguió continuar mandando. -Sí –ironiza Winston– mandando, pero como las minucias lo tienen del gañote en el dando y dando, ¿quiénes son los que mandan?).

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