30 de abril, una nueva etapa para la abogacía en Honduras

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30 de abril de 2024
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12:46 am
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30 de abril, una nueva etapa para la abogacía en Honduras

Por: Eduardo Enrique Fuentes Cálix

En medio de los desafíos inherentes a una sociedad donde el Estado de Derecho es a menudo desafiado, los abogados hondureños tienen el deber de emerger como guardianes incansables de la justicia y los derechos fundamentales. El 30 de abril de cada año, Honduras celebra el Día del Abogado, una ocasión para reconocer el arduo trabajo y la dedicación de estos profesionales en un contexto donde la defensa de la ley enfrenta constantes obstáculos.

Los abogados hondureños se enfrentan a una serie de retos que van desde la corrupción institucional que limita el ejercicio privado de la profesión, la falta de oportunidades laborales y el peligro físico en el ejercicio de su profesión. En una sociedad donde el Estado de Derecho es a menudo socavado por los propios gobernantes, el papel de los abogados se vuelve aún más crucial. Son ellos los llamados a que, con valentía y determinación, se levanten para proteger los derechos de los ciudadanos y garantizar que la justicia prevalezca sobre la impunidad.

Es precisamente la celebración del Día del Abogado, un punto de inflexión en sí misma, no sólo por ser tenida como El día del profesional del Derecho, sino que también porque marca el inicio de una nueva historia en el Colegio de Abogados de Honduras, dado que, en una demostración cívica y democrática, el pasado 9 de marzo del corriente, la mayoría de abogados vencieron en las urnas, la intimidación y coacción que se pretendía ejercer desde el Poder Ejecutivo. Con votos dijeron que sí a una propuesta eminentemente gremial abanderada por el histórico Frente Patria y Justicia, cuyo objetivo claro y determinado es la de seguir conscientes que es esta institución gremial centenaria, la llamada a ser la voz jurídica de la sociedad hondureña. Por ello este 30 de abril, los abogados hondureños no solo celebran su día, sino también, el inicio de una gestión liderada por el abogado Gustavo Rafael Solorzano Díaz, que tiene como fin devolver el adjetivo de ilustre al Colegio de Abogados de Honduras en un momento histórico que las circunstancias políticas y sociales así lo exigen.

A pesar de los obstáculos, demostraciones como las que dieron los abogados hondureños en el último proceso electoral gremial, continúan demostrando su dedicación a la causa de la justicia. Su labor inspira a las generaciones futuras a seguir sus pasos y a comprometerse con la defensa de los derechos humanos y el fortalecimiento del Estado de Derecho. En un mundo donde la injusticia parece prevalecer. Su ejemplo nos recuerda que siempre hay esperanza y que, con determinación y unidad, podemos superar cualquier adversidad.

En este Día del Abogado, elevemos nuestras voces en reconocimiento y gratitud hacia aquellos que luchan incansablemente por la justicia en Honduras. Su valentía, su compromiso y su dedicación son un faro de esperanza en tiempos de incertidumbre, y su legado perdurará en la memoria de aquellos a quienes sirven con honor y dignidad.

¡Que vivan los abogados hondureños! ¡Que viva el Colegio de Abogados de Honduras!

Máster en Gobierno & Administración Pública

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