Clima y factor humano, entre las causas del accidente aéreo en Las Mesitas

TEGUCIGALPA.- El estado mecánico del avión, las condiciones meteorológicas y el factor humano serían las principales hipótesis que las autoridades hondureñas han tomado como referencia para comenzar la investigación y determinar qué ocasionó el accidente aéreo en Las Mesitas, en Santa Ana, Francisco Morazán, en la mañana del pasado 14 de febrero.

Las indagaciones sobre las posibles causas del accidente comenzaron ayer.

Mientras los familiares y amigos de los 14 fallecidos lloraban la trágica partida de sus seres queridos y toda la población hondureña estaba conmocionada por el suceso, las autoridades de la Dirección Nacional de Aeronáutica Civil (DNAC), la Dirección Nacional de Investigación Criminal (DNIC), la Fuerza Aérea Hondureña (FAH) y el Ministerio Público (MP) trabajaban en las pesquisas.

Los pobladores de Las Mesitas, donde ocurrió la desgracia, todavía no salen del asombro y continúan frecuentando la zona que es resguardada por cuatro elementos de la Policía Nacional las 24 horas del día.

Los técnicos llegaron ayer con el equipo especializado para tomar las muestras, fotografías y hacer apuntes, pero debido a que la compañía aseguradora no había arribado al país, proveniente de los Estados Unidos, las actividades duraron hasta las últimas horas de la mañana.

El capitán de la DNAC, José Fernando Ulloa, indicó que las posibles causas del accidente son tres: el estado mecánico de la nave, las condiciones meteorológicas y el factor humano. Sin embargo, hasta que se obtenga la información de la caja registradora del avión se lograría determinar qué es lo realmente pasó en el momento.

La primera inspección tuvo como objetivo analizar algunas partes de la aeronave, pero no se puede especular porque hasta que se haya culminado esa fase de las investigaciones se dará un informe preliminar.

DESCARTAR

Algunas piezas se revisaron minuciosamente.

De momento no se puede descartar nada en el proceso de investigación. Se deberá examinar el estado de los motores, verificar la condición meteorológica y las demás suposiciones, dijo ayer el titular de la DNAC, Manuel Enrique Cáceres.

“Esperamos que los especialistas reúnan todas la evidencias posibles para poder brindar un informe objetivo de las causas que ocasionaron esta tragedia”.

El trabajo que se está haciendo es minucioso y tedioso, porque consiste en recoger evidencias del terreno y marcarlas; no radica únicamente en tomar fotografías, explicó Cáceres.

Respecto de la duración del proceso, el funcionario indicó que este podría ser largo, que bien puede durar una semana, pero también puede ser un mes o más, por lo que no se puede precisar una fecha.

“La remoción de las piezas posiblemente inicien hoy, después que la aseguradora termine de hacer sus evaluaciones en el accidente, lo que será algo difícil porque no hay acceso a la zona”.

Los restos del avión serán trasladados a un hangar de la FAH para realizar la inspección en forma minuciosa.

En cuanto al debate sobre trasladar las operaciones del aeropuerto de Toncontín a Palmerola, expresó que los accidentes no deben ser un factor para reemplazar un aeropuerto por otro.

NO HAY MEDIDORES

No hay equipo especializado para medir las ráfagas de viento en la zona.

Personal del Servicio Meteorológico Nacional (SMN) se desplazó hasta el lugar para verificar el tiempo. Este factor toma fuerza porque el accidente pudo haber estado relacionado con ello, debido a las rachas de viento que predominan en la montaña.

“Los vientos aquí son máximos y es importante conocer más cómo se comporta en esta zona, porque un evento de viento descendente pudo haber hecho que el piloto perdiera la ubicación y altura bruscamente hasta desencadenar el accidente”, declaró el experto meteorológico, Francisco Argeñal.

Al momento del accidente había demasiado turbulencia según el monitoreo satelital, indicó Argeñal, mientras el viento hacía eco en lo profundo del tupido bosque de pinos, donde permanecen los restos del Let-L410 bimotor.

Debido a la falta de equipo especializado no se pudo tener un monitoreo exacto de la velocidad del viento, dijo el especialista, pero con los relatos de los pobladores se calculó que las ráfagas pudieron andar en unas 50 millas por hora, arriba de los 5 mil pies de altura. Esto habría generado vientos cortantes, provocando la pérdida de altura.

Hoy comenzarán a sacar algunas partes de la aeronave.

Argeñal añadió que la turbulencia severa en espacios montañosos genera movimientos ascendentes y descendentes bruscos y crea corrientes de inestabilidad lo que pudo haber obligado la pérdida de altura.

Lo que urge –según el experto- es colocar detectores de cortante de viento para que midan el movimiento ascendente y descendente. Esto es importante para que los pilotos tengan información exacta de las condiciones meteorológicas por medio de la torre de control y del SMN.

Para colocar una red de cuatro detectores se necesitan de 600 mil hasta un millón de dólares. Sin embargo, con esto se brindaría más seguridad al vuelo. En la actualidad únicamente funciona el indicador “DORDME” ubicado a media milla de Toncontín.

INVESTIGACIÓN

El inspector de operaciones de la DNAC, Jorge Martínez, indicó que la investigación se vuelve más difícil porque el avión no es de fabricación americana, sino europea, y los técnicos del área están especializados en las aeronaves que operan regularmente en el país.

El avión tocó tierra unos 20 metros antes de estrellarse con los árboles.

“En este momento es un poco más difícil porque el avión no es de nuestro continente, no contamos con los pilotos para que nos dieran información, pero tratamos de llegar a lo más cerca de lo que pudo ocasionar el problema”.

No obstante, Martínez añadió que en Honduras hay algunos técnicos que han sacado cursos en el exterior para darles mantenimiento y ellos son una importante fuente para establecer las posibles causas.

Por su lado, el fiscal del Ministerio Público (MP) Milton Paz, manifestó que la función de esta institución consiste en proteger la escena y todo el indicio de datos importantes para la investigación, que servirán para tomar decisiones en un futuro.

Texto: Yony Bustillo
Fotos: Edwin Zaldaña


ATERRIZAJE EN TONCONTÍN
El punto inicial de descenso está ubicado a 7 millas de la pista de Toncontín, y se tiene que iniciar con una altura de 8,000 pies, y en Las Mesitas, donde ocurrió el accidente, estaba a un poco más de 5,000 pies.

A esa distancia el piloto tenía que haber volado a una altura de 6,700 pies, pero según los estudios donde cayó estaba a unos 5,400 pies, con un déficit de 1,300 pies.

Se presume que la nave tocó tierra unos 20 metros antes de estrellarse con los árboles que la destruyeron por completo, lo que se demuestra por la cantidad de residuos metálicos que se encuentra en ese espacio.

REACCIONES
Se requiere comprar equipo de medición
Manuel Enrique Cáceres (titular de la DNAC):
“Se requiere la adquisición de algunos equipos con nueva tecnología para mejorar las condiciones del tráfico aéreo de Toncontín, y esperamos la colaboración de las instituciones del gobierno”.
El viento pudo haber influido
Francisco Argeñal (experto en meteorología):
“Los vientos en la zona son máximos con eventos descendentes y ascendentes, lo que pudo haber hecho que el piloto perdiera la ubicación”.
Estas naves son más débiles
José Fernando Ulloa (capitán de DNAC):
“Estas naves son más débiles a los vientos debido a que son bastantes livianas, y esta es una zona donde los vientos se convierten en nudos porque vienen de todos lados”.
El aeropuerto no tiene nada que ver
Jorge Martínez (inspector de operaciones de la DNAC):
“El aeropuerto no tiene nada que ver con el accidente, porque en cualquier parte del mundo los aviones se caen a la orilla de la pista, pero en este caso Toncontín no tuvo nada que ver”.
Con las investigaciones se tomarán decisiones
Milton Paz (fiscal del Ministerio Público):
“En este momento no podemos valorar a dónde irá encaminada la investigación, si a encontrar responsables o no. Ahorita se están haciendo las investigaciones y ellas mismas van a derivar las causas para tomar decisiones”.