Jesús de Nazareno figura en tronco del árbol de El Ocote

EL OCOTE, Santa Bárbara.- La figura que apareció en el corte del tronco de un árbol de corado, en una zona próxima al municipio de Zacapa, departamento de Santa Barbará, es la de Jesús de Nazareno, aseguró ayer el obispo de la Diócesis de Occidente, monseñor Luis Alfonso Santos.

El obispo se sorprendió al identificar el rostro.

El prelado se trasladó ayer desde su sede, en Santa Rosa de Copán, a la comunidad de El Ocote, a donde había sido trasladado el tronco del árbol, para verificar el hallazgo que hicieron los vecinos el 10 de marzo.

Los vecinos bautizaron la imagen que se formó en el corazón del tronco como la “Virgen de Zacapa”.

Al llegar, lo primero que hizo monseñor fue quitarse la gorra y ver detalladamente la figura.

ES JESÚS DE NAZARENO

Después de examinar la estampa, Santos exclamó: “Esta no es la Virgen de Zacapa; esta es la imagen de Jesús de Nazareno antes de ser crucificado”.

Junto al padre de municipio de Zacapa, Elmis Leonel Guardado, el carismático religioso se puso al tanto con los pobladores de El Ocote, quienes le contaron la historia de cómo fue encontrada la imagen.

Monseñor llega a la iglesia a donde los vecinos guardaron el tronco.

Unos empleados de la Empresa Nacional de Energía Eléctrica (ENEE) cortaron el árbol y a los días descubrieron que en la corteza se había formado la figura inconfundible de una imagen religiosa.

Luego le relataron que muchos vecinos mostraron un fervor religioso pero otros incrédulos hasta lo machetearon para “ver si se defendía”.

La máxima autoridad de la Iglesia Católica en el occidente del país dijo a LA TRIBUNA que el hallazgo “es una de las señales que Dios nos manda, para que los hondureños se acerquen más a él”.

Santos fue señalando con un lápiz cada uno de los rasgos físicos que identificó: “el cuenco de los ojos, la cabellera, barba, nariz, rostro y hasta una oreja de Cristo”.

Además, fue señalando también con el lápiz la especie de túnica que lo cubre “desde el cuello hasta las pantorrillas”.

Especificó que la imagen es de un hombre, por lo grueso de los hombros y su manto oscuro.

El jerarca se colocó desde varios ángulos para observar mejor y detenidamente la imagen grabada en el tronco del árbol.

La primera inspección.

De acuerdo al obispo, es también importante del hallazgo que la gente está asistiendo al lugar donde está la imagen, lo que indica que se están acercando a Dios, algo que demuestra que todavía hay gente con mucha fe y devoción por el Creador de los Cielos.

Después pidió a los lugareños que se congreguen un día para que le recen un rosario y la coronilla de la divina misericordia, preferiblemente a las 3:00 de la tarde porque es mejor.

Felicitó a los vecinos de El Ocote, aldea de Zacapa, por proteger y decorar con flores y otra serie de detalles la imagen que para él ya es sagrada.

También dijo que informará a las demás autoridades de la Iglesia Católica, pues la figura es un hallazgo para la fe y creyentes de Dios.

Agregó que el hallazgo no es nada nuevo para las personas que realmente creen en Dios como él, pues “siempre Jesús y María se han manifestado ante el pueblo”.

BÁRBAROS

La observación desde varios ángulos para la identificación.

Cuando los pobladores de El Ocote le contaron la historia de que la imagen había sido macheteada por personas no creyentes de las cosas de Dios, Santos exclamó que es “una barbaridad lo que han hecho con algo que no ofende a nadie”.

En seguida se puso a contar los machetazos, siempre con el lápiz, y quitándose los anteojos. Llegó a contar nueve “filazos” sobre la imagen pero no la llegaron a desfigurar.

Según el religioso, cuando le dieron los machetazos más bien resaltó la fama de la figura, como lo que le ocurrió a Jesús cuando los crucificaron.

También destacó que, como de milagro, los machetazos hicieron que se resaltaran los rasgos del rostro de Jesús de Nazareno.

Expresó que pudo comprobar que la imagen no fue hecha por mano humana, como habían asegurado algunos de los detractores y enemigos de la fe.

Recomendó a los parroquianos del lugar que cuando lleguen personas de otros lugares a visitar la imagen, les aconsejen verla desde unos diez pasos, pues así se aprecia mejor la imagen del Jesús de Nazareno.

La imagen debe estar bien defendida por los pobladores donde apareció, por lo que les pidió que se organizasen para realizar turnos y cuidarla.