Alza de precios y protestas

Por Mario E. Fumero

Una tormenta incontrolable se cierne sobre el gobierno de Honduras, los cuales sufren los efectos de la crisis energética mundial, frente a la cual nada puede hacer. Es lógico que se culpe a alguien de los descalabros surgidos a nivel mundial por los altos precios del petróleo, y es que el combustible se ha convertido en la columna vertebral de la economía mundial, pues desgraciadamente este elemento es el que lo mueve todo, y su precio afecta todas las áreas del diario vivir. Si suben los carburantes, automáticamente sube el transporte, la luz, y por ende, aumenta la producción y traslado de todo lo que se produce en fábricas o agricultura.

Las protestas del pueblo por el alza de los precios, y culpabilizar al gobierno por ello, es injusta porque el pobre Presidente está desarmado frente a la crisis económica mundial, máxime cuando no somos productores del petróleo. Y es que la subida de la canasta básica es un efecto rebote de la crisis energética. Es cuestión de lógica, Honduras no manda en los precios del petróleo, tan sólo es un consumidor de algo que tristemente procede del exterior, y los precios están fijados por las potencias mundiales. El consumidor nacional, sean los taxistas, el empresario, el avicultor o agricultor, no le queda más remedio que aceptar los altos costos de los derivados del petróleo, y trasladar su incremento al consumidor. Un ejemplo es el caso de aquel que produce el concentrado para animales, si aumenta el combustible y la energía eléctrica, el precio de producción se aumentará, después al comprar los derivados con los cuales elaboró el producto, experimentó otro incremento a la producción final, y como nadie va a trabajar para perder, no queda más remedio de aumentar los precios del concentrado, entonces el avicultor lo incrementa al pollo y así llega al consumidor final. Lo mismo ocurre con los pobres transportistas, que a mayor costo de los carburantes, menos ganancias tendrán, y de rebote, también le subirán todos los productos vinculados con el vehículo, tales como aceite, repuestos etc. Esto produce un desequilibrio en los ingresos, que le obliga a aumentar los precios para cubrir los gastos.

¿Quién es el culpable de que los precios suban? Esta debería de ser la pregunta clave antes de iniciar unos reclamos. El gobierno está atado a los precios internacionales, y tristemente nada puede hacer para frenar las alzas. La única opción que tiene el Presidente en este caso es dictaminar medidas que restrinjan la circulación de vehículos, para disminuir la factura petrolera, pero tal acción se enfrentaría a dos problemas peores, la violación al derecho de libre circulación, y a las protestas de los que necesitan su vehículo para ir al trabajo.

Es bueno no desgastar nuestras energías en un reclamo imposible, pues a nivel mundial la crisis energética tiene a todo el mundo en una escalada de precios incontrolables, y lo único que podría detener esta ola de subidas sería la reducción del precio del petróleo o el descubrimiento de una fuente de energía alternativa, que nos libere de este oro negro, al cual está atada toda la economía mundial.

La Biblia anuncia que los últimos tiempos serán difíciles, de hambruna, violencia y convulsión. Los países productores de petróleo tienen el control del futuro de la humanidad en sus manos, pues somos esclavos del petróleo, y este nos lleva a un aumento de la crisis económica, y por ende, a una lucha de poderes para controlar las regiones de donde se extrae el preciado líquido, lo que nos deja ver un futuro muy sombrío, de dimensiones apocalípticas, razón por lo cual, debemos buscar la forma de liberarnos un poco de tan terrible dependencia, o prepararnos para vivir en una continua crisis que generará más pobreza y miseria a nivel mundial.

Email: [email protected]
Web: www.contralaapostasia.com