Narco submarino traía 7.5 toneladas de cocaína

LA MOSQUITIA.- A 7.5 toneladas asciende la cantidad de cocaína extraída del submarino hundido en el Caribe hondureño, frente a las costas de La Mosquitia, informó ayer el alto mando de las Fuerzas Armadas de Honduras.

Los elementos de la Fuerza Naval hondureña y los norteamericanos, al momento en que descubrieron la cantidad de droga.

En conferencia de prensa, los representantes de la institución castrense confirmaron que durante el operativo, realizado en conjunto con miembros de la Marina de Estados Unidos, fueron decomisados 235 fardos de droga, el mayor cargamento de las historia confiscado por las autoridades hondureñas.

El general de brigada y subjefe del Estado Mayor Conjunto, Carlos Alberto Espinoza, manifestó que la droga procedía de Panamá o Colombia y que desde hace varios días le estaban dando seguimiento, logrando darle captura a los responsables.

“Fue un logro de las Fuerzas Armadas en conjunto con la Naval norteamericana, pero queremos aclarar que la operación la dirigieron ellos, porque nosotros no tenemos los medios tecnológicos para este tipo de operaciones”, expresó Espinoza.

Además, aún está por esclarecerse la nacionalidad de uno de los tripulantes del submarino, que se dijo anteriormente era hondureño, ya que se identificó que cuatro eran de nacionalidad colombiana, aunque no se les encontró documentación.

Los detenidos son el supuesto hondureño Antonio Reina Lara (62), y los colombianos Eder Pertei (38), Jaime Valencia (45), y Wilmer Alomia (34).

Este fue el equipo especial que utilizaron para sumergiese en las profundidades y extraer los cargamentos de estupefaciente.

Espinoza aclaró que “nosotros no hemos entregado a nadie, para que se esté diciendo que nosotros fuimos y eso fue una decisión de quienes coordinaban la operación norteamericana”.

Sin las acciones legales y judiciales para determinar los nombres, corresponderá a la Secretaría de Relaciones Exteriores que, en caso de confirmarse la nacionalidad hondureña del detenido, deberá gestionar su extradición, pues juzgarlo en el extranjero es contrario a la Constitución de Honduras.

Luego de que se sustrajo la droga, la tercera etapa de la operación es traer a la superficie el sumergible que actualmente se encuentra a 36 metros de profundidad, trasladarlo a una base para determinar el tipo de tecnología utilizada por los narcotraficantes y obtener más información sobre su modus operandi.

No obstante, las FFAA de Honduras estiman que sacar a flote la nave, de 12 metros de largo y tres de ancho, fabricada a base de fibra de vidrio, es «casi imposible»; pero continuarán trabajando en ello.

El pasado fin de semana, el jefe del Estado Mayor Conjunto de las FFAA, general René Osorio, explicó que la parte anterior del submarino está enterrada tres metros en la arena «y para ponerlo a flote hemos solicitado el apoyo de Estados Unidos y Canadá, porque nosotros no disponemos de los recursos técnicos para hacerlo».

Fueron decomisados 235 fardos de droga, el mayor cargamento de la historia confiscado por las autoridades hondureñas.

El «narco submarino» fue interceptado el 13 de julio por la Fuerza Naval de Honduras, a 16 millas de la costa de la comunidad garífuna de Kruta, en el departamento de Gracias a Dios, fronterizo con Nicaragua.

No obstante se ha desplazado un fuerte contingente militar y de inteligencia al sector para que custodien el sumergible que está en poder de las autoridades de Defensa, a la espera de tomar una decisión sobre el destino final que se le dará al instrumento.