Pakistán de nuevo ante otra catástrofe natural que ya ha causado 248 muertos

ISLAMABAD.- El primer ministro paquistaní, Yusuf Razá Guilani, suspendió su viaje a la Asamblea General de la ONU en Nueva York, en vista de los 248 muertos y los casi seis millones de afectados que han causado las graves inundaciones en su país.

Las inundaciones causadas por las persistentes lluvias monzónicas tienen al borde de un desastre humanitario al sur de Pakistán.

Según la ONU, ya se han registrado 36 brotes de distintas enfermedades, la mayoría de ellas relacionadas con diarrea aguda, si bien la malaria está también golpeando a la población, que ya en 2010 sufrió las peores inundaciones de la historia de Pakistán.

Las agencias de ayuda de la ONU se han desplegado en la provincia sureña de Sindh, el epicentro del desastre en esta ocasión, y están intentando socorrer a los lugareños.

«La situación está empeorando a causa de las epidemias», explicó a Efe una fuente de la Autoridad Nacional de Gestión de Desastres (NDMA, siglas en inglés), Imtiaz Mohyudín.

Según el último informe de la NDMA, las inundaciones han causado 248 muertos y 5.744.646 afectados, pero la dimensión de la catástrofe va en aumento con el paso de los días.

Además, 578 personas han resultado heridas, mientras que 924.777 viviendas se han visto dañadas o totalmente destruidas, según los datos oficiales.

Las lluvias han acabado con más de 12.000 cabezas de ganado y amenazan al sustento de una población eminentemente agrícola, pero también están poniendo en jaque a las autoridades sanitarias a causa del estancamiento de las aguas y las escasas medidas higiénicas.

Una portavoz de Oxfam, Bisma Akbar, dijo a Efe que la diarrea, la hepatitis y la malaria son las que más preocupan a su organización, aunque no pudo precisar cuántas personas se han visto afectadas por ellas en el marco de la catástrofe.

Las agencias humanitarias también intentan evitar que se propague el cólera, que ya durante este año ha aparecido en forma de varios brotes en distintos puntos de Pakistán.

Casi todos los distritos de la provincia de Sindh se han visto afectados por las lluvias, una catástrofe geográficamente limitada en comparación con el desastre del 2010, cuando más de veinte millones de personas sufrieron el castigo del monzón.

Este año las precipitaciones empezaron con menos fuerza y no golpearon al norte paquistaní, pero en agosto ya había síntomas de que varios distritos de la sureña Sindh necesitaban ayuda urgente.

Pese a ello, el Gobierno no pidió la intervención de la ONU hasta principios de septiembre, cuando comprobó que la situación estaba fuera de control.

Uno de los primeros distritos en resultar anegado fue el de Badín, donde semanas después la situación sigue siendo preocupante.

En ese distrito, según fuentes oficiales consultadas por Efe, se han registrado muchos casos de malaria –aunque sin víctimas mortales– y 77.450 personas han sido trasladadas a la cercana ciudad de Hyderabad. (EFE)