EL PROGRESO Y DESARROLLO DE DANLÍ ENTRÓ POR EL SUR

Danlí, a partir de la década de los 60, comenzó a crecer en población y desarrollo económico.

* Familias emprendedoras provenientes del sur comenzaron a hilvanar la historia contemporánea del municipio
* Danlí se convirtió en el oriente definitivo para miles de inmigrantes procedentes del sur
* Atrás se quedó la apacible ciudad, pero sus costumbres y tradiciones permanecen intactas

Autor: Luis Alonso Gómez Oyuela
Email:[email protected]

DANLÍ, El Paraíso. Pocas veces nos hemos referido a la gente que hace posible el desarrollo de los pueblos, a las personas que se fijaron metas, a los emprendedores que no se cruzaron de brazos, a los hombres y mujeres que un día calzaron la sandalia del peregrino y buscaron su oriente en busca de un mejor destino.

Emborronamos miles de cuartillas para la denuncia, la violencia, la política partidista, la corrupción y tantos hechos que nos mantienen sumidos en la depresión, porque en Honduras las buenas noticias no constituyen noticia para los que culturalmente nos acostumbramos a escuchar por la radio, ver por la televisión o leer en los diarios los escándalos sobre corrupción en el gobierno. Y no es que los periodistas o los medios tengan como norma lo negativo, es que lo malo opaca las buenas acciones de gente laboriosa que lucha a diario para sobrevivir.

Danlí ocupa actualmente el primer lugar en producción de café.

El espacio de hoy va dedicado a los emprendedores, a esa gente que es nuestro orgullo, a los jóvenes que trabajan, a esos visionarios y soñadores que hacen grande a Honduras, porque mientras existan los buenos queda esperanza y la posibilidad que los hondureños salgamos de la encrucijada en la cual nos encontramos.

Honduras es un país de oportunidades para los hondureños; lamentablemente no hemos sabido aprovecharlas por indolencia y porque nos acostumbraron a vivir de la dádiva, del paternalismo infecundo, al grado de hacernos sentir que somos incapaces para superar el estigma de la incapacidad y la haraganería.

Somos el país menos desarrollado del continente, solo comparado con Haití, con un índice muy bajo en desarrollo humano, lo que nos coloca a la zaga en comparación con el resto de países de América Central.

FORJADORES DEL PROGRESO

Pese a este panorama sombrío es bueno reconocer que todavía hay esperanza, que hay gente con capacidad y talento para salir adelante, que van derribando muros, que están dejando atrás el pesimismo y la derrota anticipada y se están convirtiendo en verdaderos forjadores del progreso y se apuntan para ser triunfadores, a pesar de los obstáculos.

Los productores del aromático este año enfrentan serios problemas, por la baja de precios en el mercado internacional.

Danlí, todavía en la década de los 60, era como tantos pueblos del interior: bonito, tranquilo, con gente hospitalaria, de costumbres, tradicionalistas y aferradas a una cultura personalista y conservadora que se mantuvo por décadas, dando paso al florecimiento cultural a través de la literatura, la música y la educación, entre aquellas familias con capacidad económica.

La gran nación del norte está conformada por inmigrantes, los llamados pioneros, que también eran conservadores radicales, con costumbres religiosas que llegaban al misticismo; pero también llegaron otros con ideas renovadoras y comenzaron a construir los Estados Unidos de América, hoy la nación más poderosa del mundo.

Quizá nos quede poco espacio para citar nombres de familias emprendedoras que cambiaron el horizonte, que se dieron cuenta que la hora de abrir las puertas al progreso había llegado, que las oportunidades estaban al alcance de todos aquellos que se trazaron metas y desafiaron los temores.

Danlí comenzó a partir de los 60 a experimentar aceleradamente los cambios que vinieron de afuera para  ponerle fin al statu quo. El apacible Danlí del romanticismo, la historia y la cuna de los librepensadores, comenzó a sufrir la metamorfosis del cambio que muy pocos percibieron en los primeros años, pero que nadie detendría.

La escuela Agrotécnica Reinaldo Salinas, de Jacalepa, forma los emprendedores del presente y del futuro inmediato.

Se dice que los primeros inmigrantes llegaron del sur y penetraron la montaña; en la ciudad no había vida ni esperanza, su futuro estaba en la profundidad de la selva. Allí encontraron la tierra inculta, lista para hacer germinar la semilla del progreso que habría de cambiar la vida de aquellas familias emprendedoras, que un día soñaron con la tierra prometida, un indicativo que el progreso y desarrollo de Danlí entró por el sur.

VILLA SANTA, PUNTO DE ENCUENTRO

Esas familias, según relatos de los viejos pobladores, se afincaron primero en Villa Santa, entre otros la familia Vásquez, que llegó de Sabanagrande. En poco tiempo se formó la comunidad de inmigrantes que habrían de cambiar la historia y ser parte activa del desarrollo económico.

A estas familias no les importó lo inhóspito de la zona, la falta de vías de comunicación, los crudos inviernos, la falta de una escuela o un centro de salud, solo confiaron en Dios, en su fuerza y estoicismo para anteponerse a los grandes desafíos y retos del porvenir.

No hubo vacilaciones ni lamentos; porque allí en la montaña encontraron lo que siempre buscaron en las tierras áridas del sur, esperanza y vida para sus hijos, y de paso se convirtieron en los primeros en impulsar el desarrollo de Danlí.

Los cultivos tradicionales, con el paso de los años, son sustituidos por otros rubros de fácil mercadeo.

Otro de los sectores que fomentaron la economía de Danlí a partir de 1960 fue Trojes, después de la recuperación de las denominadas tierras del Laudo, cuando comenzó el flujo de colonizadores en su mayoría sureños que se abrieron paso entre la selva desafiando toda clase de peligros, muchos sucumbieron en el camino por mordeduras de serpientes venenosas, enfermedades gastrointestinales y endémicas.

Hoy Trojes es la tercera ciudad en importancia del departamento de El Paraíso, el tercero en producción de café y productor de ganado de leche y carne en gran escala; también produce plátano cuyo principal mercado es El Salvador, por venta directa a los camioneros de ese país, que llegan expresamente a comprar el producto.

La Nueva Palestina, hoy municipio de Patuca en el departamento de Olancho, comenzó a poblarse a raíz del éxodo masivo de familias campesinas procedentes del sur y que fueron llevadas durante el gobierno populista de López Arellano, y abandonados a su suerte, sumidos en la pobreza y la miseria, pero que lograron sobreponerse a base de constancia y trabajo; hoy en su mayoría son prósperos ganaderos, comerciantes y empresarios del agro.

EMPRENDEDORES VISIONARIOS

Las rosquillas son de los productos tradicionales; hoy está en manos de familias emprendedoras.

Fueron los inmigrantes, pioneros y emprendedores procedentes del sur de Honduras los que sentaron  las bases del desarrollo económico de Danlí, porque para suerte de esta ciudad estos sectores productivos son los que mueven la economía de toda la región, por su ubicación estratégica y por la convergencia geográfica de otros municipios, como El Paraíso, Teupasenti, Patuca, Yuscarán y una frontera donde se mueve un intenso flujo comercial.

Los cultivos tradicionales, entre otros, el maíz y los frijoles, con el paso de los años han sido sustituidos por los que mejores alternativas ofrecen a los agricultores, como sandía, tomate, berenjena, pepino, malanga, chile, maracuyá y plátano, actividad manejada por gente emprendedora y visionaria.

Hoy Danlí es la ciudad de modernos centros comerciales, con 10 agencias bancarias, tres universidades, la principal industria de tabaco para exportación a los mercados de Europa y los Estados Unidos, además de ser el principal centro político de la zona. Atrás quedó para historia de la Danlí conservadora y los abolengos; el modernismo se impone. Pero tampoco debemos perder la identidad cultural y patrimonial, porque es un legado, y los pueblos sin historia pierden el mejor de los tesoros.

En otro reportaje citaremos nombres de hombres y mujeres emprendedores. Por hoy los dejamos con esos jirones de historia de los que sin nombre por ahora forjaron el desarrollo de esta próspera región del país. Ya tendremos espacio para citar algunos nombres de los que vinieron a esta tierra de la esperanza, para ser parte de la historia de Danlí, cuyo significado en lengua Matagalpa, según el historiador académico Carlos Ernesto Molina, es “Montaña de agua”.