El exterminio de la clase media

Podemos definir a la clase media como aquel sector de la población que no es ni rica ni pobre, así de sencillo, pero esa parte de la población está paulatinamente desapareciendo y convirtiéndose en pobres.  Todos los trancazos que a nuestros ilustres gobernantes se les ocurre clavarle al pueblo a quien más afecta es a la clase media.  La clase media es la que paga impuesto sobre la renta, sobre bienes inmuebles, matrícula de vehículos, impuestos sobre venta y los dichosos que tienen un techo pagan impuestos sobre bienes inmuebles.  En el sector privado nadie se acuerda de aumentarle el sueldo a los profesionales universitarios de mandos intermedios e incluso a los que están un poco más arriba en el organigrama, esto debido a que los empresarios se escudan en el hecho de que el salario mínimo de los obreros está muy alto, que la luz está por el cielo, que los combustibles están carísimos, etc., y es el pobre clase media el que tiene que aguantarse.

Dicen los economistas que cuando los ingresos de las familias se mantienen constante y los gastos aumentan debido a la inflación lo que se sacrifica es calidad de vida, y es por ello que nuestra clase media va cada día reduciéndose más.  Gastos tan necesarios para llevar una vida digna como esparcimiento, ropa y calzado, cuidado de la salud y hasta educación han tenido que recortarse debido a la alta inflación y al estancamiento de los sueldos.  En países desarrollados existe la oportunidad de tener dos y hasta tres trabajos para poder llevar más ingresos al hogar, aquí tener una triste “chambita” es un sueño inalcanzable para muchos.  Nuestras autoridades deberían preocuparse por mejorar la calidad de vida del hondureño, ya que vivimos en una eterna recesión económica.  La clase media necesita urgentemente medidas de compensación social para poder recuperar un poco esa calidad de vida que ha ido perdiendo en los últimos años.  Sería un verdadero sueño hecho realidad recibir 15 sueldos al año en el sector privado, que los sueldos de todos los empleados aumentaran anualmente y de manera automática de acuerdo a la tasa de inflación, abrir el INJUPEMP a los empleados del sector privado para así poder tener una vejez digna; todas estas cosas podrían ser realidad si nuestra clase política se dedicara a buscar el bienestar de la población y no de ellos mismos, si en lugar de regalar bonos y subsidios buscaran soluciones a largo plazo para problemas como el desempleo, el transporte público, la salud y la educación, etc.

Esperamos que próximos gobiernos que vengan dejen sus ambiciones a un lado y lleven un poco de agua al molino de la clase media para que así deje de desaparecer día a día.

Andrés García
Licenciado en Administración de Empresas
Tegucigalpa, M.D.C.