Lectores de LA TRIBUNA llevan alegría a Rigoberto

CHOLOMA, Cortés.- A pesar de que su salud está quebrantada, gracias a las publicaciones de LA TRIBUNA la vida le sonríe al pintor de vehículos Rigoberto Lagos Peña (46), ya que ha recibido ayuda monetaria y la solidaridad de decenas de personas.

Muy alegre, Rigoberto Lagos Peña pidió a su hermana María de los Ángeles que le ayudara a sentarse en el sofá.

Y es que desde que se hizo pública su precaria situación de adelgazamiento extremo, al grado que la piel se le pega a sus huesos, después de tener un cuerpo de atleta y practicar el fútbol, es mucha la gente que se ha comunicado con su familia y con él para darle ese aliento de vida para que siga adelante.

Este jueves, aunque no llegó el comunicador admirado por el humilde hombre, Edgardo Melgar, envió un equipo periodístico para conocer su estado de salud.

Este se mostró muy alegre por ese gesto, aunque espera que lo visite, al igual que otras personas de la vida política, entre estas, Óscar Kilgore, Salvador Nasralla, Mauricio Villeda, Esteban Handal y Yani Rosenthal, así como de los futbolistas Mauricio Sabillón (Marathón), Jerry Palacios (Marathón), Amado Guevara (Motagua), Jerry Bengtson (Motagua) y Noel Valladares (Olimpia), porque de  todos es admirador.

“Quiero que venga Edgardo Melgar, para que platiquemos de deportes y de otras noticias”, expresó, tras recordar que estuvo hablando con la periodista Gloria Cubas.

Como el pasado miércoles Rigoberto quería comer pizza, LA TRIBUNA le llevó una y de inmediato agarró un pedazo y lo consumió, normalmente, como si no estuviese enfermo.

Como un gesto de solidaridad, el equipo periodístico de LA TRIBUNA, encabezado por Orlando Escoto, le llevó la pizza que tanto anhelaba.

“Tráeme un poco de fresco para bajar el bocado”, le pidió a un sobrino, mientras degustaba el alimento.

Impecablemente vestido, porque prefiere andar con poca ropa por el calor, dijo que decidió a hacerlo a pedido del equipo periodístico de LA TRIBUNA.

“Pesé que me vestiría para ir a dar un paseo. Me gustaría viajar y pasar un momento agradable a donde sea o hasta donde el carro pueda llegar”, expresó, mientras permanecía sentado en un sofá de su casa, en la colonia Éxitos de Anach Número Uno.

Indicó que este jueves se sintió mejor de salud, ya que un dolor de cabeza y en el costado izquierdo que el miércoles lo agobiaba, había desaparecido, de momento.

Apuntó que poco a poco se está tomando un medicamento que contiene complementos multivitamínicos y que lo hace con precaución, pues según él, su estómago no está para soportar tanta pastilla, y tampoco quiere morir por una intoxicación.

Cuando se refirió a la gente que les ha ayudado económicamente y los que se solidarizan por su estado delicado de salud, manifestó que “estoy muy agradecido con ellos y que Dios me los bendiga a todos”.

Bien trajeado, el especialista en pintura automotriz degustó el alimento fabricado a base de harina y otros ingredientes.

Agregó lo que más le alegra es el cariño que le  demuestra la gente, por teléfono y las que han llegado a visitarlo, incluidos varios  religiosos, como lo hizo una extranjera que maneja un dispensario en la colonia Trincheras, quien estuvo orando junto a él para que se recupere.

Manifestó que para mantenerlo con vida ha jugado un papel importante su familia, especialmente su madre y sus hermanas que no lo han abandonado, como lo hacen otras cuando ven algún pariente enfermo.

Por su parte, su hermana mayor, María de los Ángeles Peña, expresó que Rigoberto, pese a su mal, come y hace sus necesidades fisiológicas normalmente, como una persona saludable, “por lo que no entendemos qué es lo que realmente tiene”.

Apuntó que gracias a las publicaciones de LA TRIBUNA su hermano ha salido del anonimato, al grado que les manifiesta que es “pobre, pero famoso”.

Refirió que los lectores han demostrado que tienen un gran corazón, ya que uno le regaló cinco mil lempiras, otros 1,500, 300, 200 y todo lo que ha estado a su alcance, por lo que ha llegado a acumular unos 15 mil, que les están sirviendo en este momento de dificultades.

“Le tienen mucho aprecio; los que no le dan lo llaman para decirle que están orando por él y que nosotros también lo hagamos. Otros nos dicen que han tenido parientes en similares condiciones y se ha curado por medio de la medicina natural, por lo que esperamos que haya alguien que le dé la cura”.

Agregó que para cualquier aporte se pueden comunicar al celular 9589-2298 o realizar los depósitos a la cuenta 212320078490 del Banco de Occidente, que está a su nombre. (Por Orlando Escoto).