El Oráculo de Omaha

Por José María Leiva Leiva

Según la clasificación 2012 establecida por la revista Forbes, Warren Buffett está entre los tres hombres más ricos del planeta, con una fortuna evaluada en 44.000 millones de dólares. A diferencia de los demás millonarios, Buffett ha hecho la mayor parte de su fortuna únicamente vendiendo y comprando acciones de empresas en la bolsa, no de la actividad empresarial como tal. Es llamado el Oráculo de Omaha, su ciudad natal, donde nació el 30 de agosto de 1930. Además es conocido como el mejor inversionista de todos los tiempos.

Warren Buffett ha donado a la fundación Bill & Melinda Gates Foundation el 80% de su fortuna, es decir, unos 37 mil millones de dólares siendo esta la donación individual más grande hecha en la historia de Estados Unidos. Preguntado por la reacción de sus hijos, Buffett dice que no cree en las “dinastías de millonarios”, ni en que “los padres tengan que dejar una posición económica o social a sus hijos”.

Considera que “los hijos tienen que tener educación y trabajar para buscar su posición en la vida”. “No creo en las fortunas familiares, sino en la igualdad de oportunidades”, dice. Enseguida agrega: “Hay más de un camino para llegar al cielo, pero este es uno de los mejores”. “Hay que devolver a la sociedad lo que nos ha dado”. “Si doblas el tamaño de la inversión, puedes obtener más del doble de resultados”.

Por otro lado, al leer sus 7 consejos para una vida simple y alegre que se muestra a continuación, uno se da cuenta que antes de amasar propiamente su enorme riqueza, su principal objetivo siempre fue: disfrutar con pasión haciendo lo que realmente amaba, viviendo una vida más plena y dichosa. Veamos:

(1) La felicidad viene de uno mismo. “En mi vida adulta como negociante, nunca he tenido que hacer una decisión entre profesional y personal. Me dirijo a mi trabajo contento y cuando llego ahí es una diversión tremenda. Si hacen lo que aman y aman lo que hacen, serán productivos por naturaleza”.

(2) Encuentra felicidad en placeres simples. “Tengo placeres simples, juego cartas en internet 12 horas a la semana”. Pueden aprender a ser felices disfrutando de placeres como jugar con amigos, con sus hijos o simplemente con salir a caminar un día al aire libre.

(3) Vive una vida simple. “yo simplemente hago cosas que tienen sentido. En mi vida personal también, no me importa lo que otras personas ricas están haciendo. No quiero un yate de 405 pies, solo porque alguien más tiene un yate de 400 pies. Al tratar de superar al vecino perdemos sentido y amor a lo que tenemos”.

(4) Piensa simple. “Quiero tener la habilidad de explicar mis errores. Esto significa que solo hago las cosas que entiendo completamente. Si aplicamos esta regla en nuestra vida, podremos desarrollar más claridad de pensamiento. La vida se trata de decisiones simples y profundas”.

(5) Invierte simple. “La mejor manera de tener acciones comunes, es a través de un índice de fondos. Seguido, la ruta más simple es la que dará mayores riquezas y felicidad”.

(6) Ten un mentor en tu vida. “Tuve suerte de tener a los héroes correctos. Dime quiénes son tus héroes y te diré como terminarás. Las cualidades de la persona que admiras, son las virtudes que tú, con un poco de práctica puedes hacer tuyas, y así practicado, se convertirá en una formación de hábitos”. Eso es muy cierto, el tener la admiración hacia una persona nos hace querer ser como él o ella. El tener un mentor requiere que sea la persona indicada, de lo contrario la persona equivocada nos puede llevar a un propósito erróneo en la vida.

Y (7) Crear dinero no es el centro de tu propuesta guía. Crear dinero es el subproducto de tu propuesta guía. “Si haces algo por amor, es más probable que pongas todo en ello, y eso generalmente se refleja en dinero. El dinero nunca debe de ser el objetivo, después de todo del dinero no viene la felicidad. Eso no significa que el dinero y la felicidad estén peleados, simplemente cuando uno pueda disfrutar y ser feliz sin el dinero, él vendrá solo”.

Igualmente resultan imperdibles: “No haga lo que los otros digan. Escúchelos, pero haga lo que lo hace sentir mejor”.

“No se vaya por las marcas. Póngase aquellas cosas en las que se sienta cómodo”. “Siempre habrá bendición para aquellos que saben compartir”. “No gaste el dinero que no tiene”. “El crédito, préstamo, etc. fueron inventados por la sociedad de consumo”. “Antes de comprar algo, piense: ¿Qué me pasará si no lo compro? Si la respuesta es `nada`, no lo compre; porque no lo necesita”. “Nada hemos traído al mundo, ni nada nos vamos a llevar…”