CANTARRANAS.- El alcalde de esta comunidad, Francisco Gaitán, lamentó que a dos días de estar en emergencia por la amenaza de los ríos y quebradas, que cruzan por esta zona, aún no ha recibido la ayuda del gobierno central.
“Lamentamos la desidia de las autoridades del gobierno, que ni siquiera han llamado para ver en qué condiciones estamos en este municipio, con la red vial destruida, con 17 comunidades incomunicadas y más de 5,000 personas aisladas”.
Advirtió, que cualquier desgracia que les acurra a estas personas “responsabilizamos al gobierno, porque hemos hecho los llamados de emergencia y nos han ignorado y aquí no estamos bromeando”. Al tiempo que comentó que en esta zona cada vez que llueve el Cuerpo de Bomberos no tiene descanso evacuando personas.
“Señor ministro de Soptravi, escuche este SOS que le estamos haciendo, que por favor se presente a este municipio para que vea los daños que hay y la zozobra en la que vivimos por las amenazas de los caudales que tenemos a nuestro alrededor”.
Entre las urgencias que tienen, es dragar el río Liquitimaya, y los vados del río Choluteca, donde miles de personas están incomunicadas y la construcción del puente Las Niñas, que tiene parada la producción de la zona.
Asimismo, anunció que si en las próximas horas no hay reacción del gobierno, “el pueblo de Cantarranas va para Tegucigalpa a realizar protestas, porque aquí en las noches no dormimos pensando en que las lluvias nos dejen en la calle”.
Comentó, que la gente a penas mira movimiento de lluvias se alarma, porque saben que los ríos destruyen la infraestructura de las carreteras y también las viviendas del casco urbano. (ECA).
“No quiero irme… esta es mi casa”: Damnificada
“Me he quedado lavando estos trapos llenos de lodo después que se me cayó la casa”, expresó este martes Sonia Margarita Benítez, quien perdió su vivienda luego de las fuertes lluvias que afectaron el municipio de Cantarranas, Francisco Morazán, y sus alrededores.
A dos días que su casa fue destruida, producto de la saturación de agua, que cayó en ese sector el pasado fin de semana, Benítez regresó a las ruinas de la que durante muchos años fue su morada.
La lugareña no se acostumbra a vivir fuera de su casa. “No quiero irme de mi casa aunque esté destruida, porque aquí nací y si alguien me quisiera ayudar, que me la construya aquí mismo, porque esto fue lo que me dejaron mis padres”, decía, al tiempo que lavaba las pocas pertenencias que le quedaron.
Lamentó que durante estos días no ha recibido apoyo de ninguna autoridad gubernamental. El alcalde de ese municipio, Francisco Gaitán, le ha prometido que no la dejará sola, pero la única ayuda real es la de sus vecinas, que por las noches le dan alojamiento.
“Es triste quedar en estas condiciones, porque uno de pobre lo que le importa es tener su casita y no importa si le falta comida”, contó la desesperada mujer, al tiempo que aseguró que adora su casa, aunque la recorra sobre las paredes caídas.
Asimismo, dijo que su sueño es ver su vivienda levantada, y que ya no ingrese el agua cada vez que llueve, “pero tengo la fe en Dios que me concederá ese deseo, porque yo soy una mujer trabajadora y no me merezco estar viviendo esta situación”.