Honduras y su independencia

Por: Jorge Roberto Maradiaga
* Doctor en Derecho Mercantil, catedrático universitario y especialista en Derecho Aeronáutico y Espacial

Este quince (15) de septiembre del dos mil doce (2012) marca el ciento noventa y uno (191) aniversario de nuestra emancipación política, razón por la que en todos los municipios de nuestra querida Honduras se materializan celebraciones especiales que entrañan un homenaje y reconocimiento a la labor patriótica de connotados próceres nacionales.

Honduras obtuvo su libertad el 15 de Septiembre de 1821, luego de haber sido gobernada como parte del virreynato de la Nueva España durante casi 3 siglos. En dicha lucha por la libertad, Honduras se unió con Guatemala, El Salvador, Nicaragua y Costa Rica, una federación que felizmente aniquiló el dominio español y José Cecilio del Valle fue quien firmó el ACTA DE INDEPENDENCIA y a partir de ese entonces hasta el presente se celebra con mucho patriotismo y fervor dicha fecha.

Como se recordará la Honduras Pre-colombina fue poblada por una mezcla compleja de pueblos indígenas representando una amplia variedad de orígenes culturales y lingüísticos. Entre estos grupos de verdadera connotación a nivel nacional e internacional se destacan los mayas, los cuales estaban relacionados con los mayas de Yucatán y Guatemala. Los mayas se extendieron a través del valle del río Motagua, centrando su control en el principal centro ceremonial de Copán, cerca de la actual ciudad de Santa Rosa de Copán.

Antes de la Conquista española, Honduras fue habitada por pueblos que se caracterizaban por ser de dos tipos culturales diferentes: Las culturas Maya y Tolteca, misma que alcanzaron grandes progresos en los diversos campos del conocimiento humano, impulsados por el desarrollo de una variada agricultura (frijol, cacao, chile, etc.) y contaban con grandes sistemas de riego.

Es de destacar que el gran descubridor CRISTÓBAL COLÓN cuando ya tenía sesenta y seis (66) años de edad, después de un recorrido por la región llegó a la isla de Guanaja a la cual llamó Isla de los Pinos en la costa de Honduras. De allí siguió a Punta Caxinas (Cabo de Honduras), desembarcó en Trujillo y tomó posesión de Honduras en nombre de los soberanos de España.

Una de las interrogantes que surge es: ¿A qué  se debe el nombre de Honduras? Pues según el historiador chileno Robustiano Vera (1899), Honduras debe su nombre a las honduras o fondos, que los primeros pilotos hallaron en sus costas y porque al abandonarlas exclamaron: ¡líbrenos Dios de estas honduras!». Durante la época de la conquista, el territorio hondureño, también fue conocido por los nombres de Hibueras o Higueras, y algunos españoles llegaron a llamarle “Nueva Extremadura”.

En el consagrado mes de la independencia de nuestra querida Honduras (septiembre), es de recordar que el presidente Terencio Sierra fue el primer gobernante del país del siglo XX, luego de recibir la presidencia de manos de Policarpo Bonilla en 1899. Durante su gestión, se dio uno de los hechos históricos más importantes en la vida económica y política del país. «Los hermanos Vaccaro, una familia de origen italiano que comerciaban banano en Nueva Orleans, recibió concesiones de tierras en la costa norte. La empresa de los Vaccaro, como lo hicieron más tarde otros concesionarios en la costa norte, aprovechó los privilegios que le otorgaban las concesiones para exportar banano desde La Ceiba.

Nuestra economía basada en la agricultura, fue dominada en el siglo XX por empresas estadounidenses como la, Uniter Fruit Company, la Standard Fruit Company y la Cuyamel Fruit Company, las cuales establecieron enormes plantaciones de banano a lo largo de la costa norte, haciendo rápidamente del banano, la principal exportación de Honduras a cambio de grandes concesiones. Justamente por lo anterior, el capital extranjero, la vida en las plantaciones de banano, fueron factores determinantes en la política de Honduras desde finales del siglo XIX hasta mediados del siglo XX.

En su momento Comayagua fue consagrada como la capital de Honduras, justamente en 1840, misma que posteriormente y más específicamente en el año 1880 fue trasladada a ciudad de Tegucigalpa. En el siglo anterior, por más de dos décadas nuestro país fue conducido por los militares, lo que más concretamente se dio desde 1956 concluyendo a principio de la década del 80, habida cuenta que como producto de la consulta democrática practicada en 1981, en el 1982 se volvió al Estado Democrático, bajo la conducción del expresidente Roberto Suazo Córdova, luego del ingeniero José Simón Azcona Hoyo y luego la correspondiente sucesión hasta la fecha con el Presidente Porfirio Lobo.

Que este mes de la patria nos sirva de reflexión, que se propicie una participación protagónica de todos los sectores de la hondureñidad, con miras a encausar a Honduras por una senda de cambio y transformación, en donde impere el irrestricto respeto a la majestad de la Ley. En el mes de la patria y con miras a erradicar la corrupción Presidente Lobo, inicie la implantación del gobierno electrónico.

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