Un muerto y ocho heridos graves en accidente de bus

TEGUCIGALPA.- Una joven muerta, ocho heridos de gravedad y varios golpeados fue el saldo que dejó ayer a la 1:00 de la tarde un accidente vial cuando un bus rapidito conducido a acceso de velocidad dio tres volteretas en el anillo periférico, a la altura de la represa Los Laureles.

Wendy Carolina Flores también es atendida por los paramédicos, mientras su niña de tres meses es sostenida en brazos por un hombre que ayudó en el rescate.

La muchacha fallecida era Nely Saraí Rubio, estudiante de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH), residente en la colonia Arnulfo Cantarero López, quien el próximo domingo cumpliría 19 años.

Uno de los heridos graves es Norma Aguilera (30), quien resultó con su mano izquierda amputada, su pierna izquierda fracturada y fue trasladada al Instituto Hondureño de Seguridad Social (IHSS).

Asimismo, Elmer Gallardo (18), Nelson Mauricio Sierra (21), José Fernando Gómez (21), Yelsin Onán Zúniga (15), Cesi Virginia Casulá (22), estudiante de microbiología en la UNAH; Wendy Carolina Flores (25) y su niño de tres meses de edad, los que fueron trasladados al Hospital Escuela y al Materno Infantil.

Según varios testigos, el accidente ocurrió aproximadamente a la 1:00 de la tarde, porque el bus era conducido a alta velocidad, lo que provocó que el chofer perdiera el control del volante.

En este sector del anillo ya se han registrado varios accidentes viales debido a que los conductores manejan a exceso de velocidad.

Producto de ello, la unidad de trasporte de pasajeros comenzó a dar varias vueltas, hasta caer en una hondonada, donde muchos de los ocupantes salieron “volando” por las ventanillas.

Mientras los pasajeros trataban de salir del bus, marca Hyundai, registro 888, con unos 25 ocupantes a bordo, el conductor se daba a la fuga, abordando otro rapidito que pasaba por el lugar. La mayoría de los pasajeros eran estudiantes de la UNAH y del Instituto Técnico Honduras de la colonia Kennedy.

La unidad accidentada realizaba el recorrido entre el barrio San Felipe, pasando por la colonia La Sosa, la UNAH, por casi todo el anillo periférico hasta llegar a la colonia José Ángel Ulloa.

En el rescate y traslado de las víctimas participaron dos ambulancias de la Cruz Roja Hondureña, una unidad de rescate del Cuerpo de Bomberos y dos de sus ambulancias.

En la escena se podían observar libros, cuadernos, lápices y otros materiales pertenecientes a los estudiantes de la UNAH y de otros colegios, ya que la mayoría de pasajeros que viajaban en el bus eran jóvenes.

TESTIMONIOS:

-“Choferes trabajan  drogados y bolos”

Santos Gómez (padre de un estudiante de la UNAH que resultó con golpes de consideración): “Exigió a las autoridades que deben realizar pruebas sicológicas a los conductores de buses rapiditos “ya que todo mundo sabe que casi todos andan drogados o ingeridos de bebidas alcohólicas”.

“Es lamentable que los propietarios de los buses se los den a cualquier vago, solamente porque pueden conducir un bus y no toman en cuenta si consumen drogas, porque trabajan muy locos”.

-“Como alma que se la lleva el diablo”

El agente de la Policía Preventiva José Zelaya relató que él y otros compañeros estaban en una patrulla cerca de donde ocurrió el accidente.

Zelaya narró que de pronto observó que el bus transitaba a exceso de velocidad al llegar a un túmulo que han dejado en el pavimento, el bus comenzó a correr de lado y posteriormente dio varias vueltas.

“Es lamentable que por más que la Policía trabaja en la capacitación de los choferes, al parecer a ellos no les importa, por lo que es necesario hacer ciertas correcciones, porque la mayoría de estos conductores caminan como alma que se la lleva el diablo”.

-Exceso de velocidad provocó percance

Uno de los pasajeros que viajaba en el rapidito manifestó que desde que llegaron a la gasolinera Puma, que está en el desvío a los batallones, el chofer comenzó a acelerar más el bus y al llegar a los bordillos que hay frente al Seminario Mayor perdió el control.

“Eso ocurre porque nadie los controla y cuando de vez en cuando son requeridos por los policías de Tránsito, rápidamente los dejan ir porque los cobradores se encargan de darles cierta cantidad de dinero en medio de la documentación”.