Hondureños y extranjeros, ricos y pobres, creyentes y curiosos, acuden al guardián del altar a la “Santa Muerte”, en busca de favores o agradecer los “milagros” recibidos.
Ya son 20 años de tradición y devoción en el culto a la “huesuda” del manto negro y la guadaña.
La Santa Muerte o Santísima Muerte es una figura popular mexicana que personifica la muerte y es objeto de culto.
Recibe peticiones de amor, afectos, suerte, dinero y protección, así como solicitudes malintencionadas y de daño a terceros por parte de sus fieles.
En ocasiones su culto es vinculado a distintos tipos de delincuencia, como el narcotráfico, asaltos y personas de diferentes estratos sociales que se dedican al comercio informal, ambulante o a la “piratería”. Sin embargo, el culto a la muerte ya existía entre los pueblos prehispánicos.
VOZ DE ULTRATUMBA
Una de las calles principales de la colonial ciudad de Yuscarán, cabecera departamental de El Paraíso, exhibe a lo largo de los 12 meses del año diferentes escenarios que la Santa Muerte describe en sueños a su fiel, Iván Neptalí García (38), el guardián del altar.
García asegura escuchar su voz dulce de ultratumba bajo un frío penetrante y particulares ruidos que se desprenden de su quijada de dientes desnudos.
“Ella me rescató del peligro de los hombres, me protegió y liberó de un secuestrador y desde ese momento perdí el miedo a la muerte y me he dedicado a escucharla y complacerla”, reveló.
“Ella me indica qué tipo de altar y con qué mensaje lo quiere, me ha dado muchos avisos de peligro y desde mediados del 2012 me ha indicado cosas malas que la humanidad podría enfrentar por estar tan alejada de Dios y por olvidar el poder que tiene la oración”, relató.
AYUDA O FAVORES
García contó que “aquí vienen muchas personas pidiendo ayuda o favores. Cuando se sienten agobiadas y necesitan una ayuda extra, ya que aquí están, aunque siempre les digo ‘no hay nada que pueda hacer sin ayuda del altísimo y su madre la Virgen María’”.
El hombre agregó que “aquí no se hacen cosas malas, solo oraciones, peticiones y hasta agradecen de forma especial trayendo ofrendas, cosas muy valiosas para sus dueños. La Niña Blanca luce prendas de oro, plata y hasta diamante”.
Los mensajes del vidente de Yuscarán dieron la vuelta al mundo a través de las declaraciones que ofreciera la santera Marina Guifarro, ya fallecida en San Pedro Sula, Cortés.
“Compartimos con Marina en muchas ocasiones, hablamos de algunos hechos que me eran revelados a mí y yo se los pasaba a ella, ya que la publicidad nunca me ha gustado; tengo 20 años de adorar a la Santa Muerte y jamás busqué medios de comunicación hasta que llegaron ustedes de Diario LA TRIBUNA, y que quede claro: primero le pedí autorización para poder hablar con ustedes”, aseguró.
FECHA DE VENERACIÓN
La fecha especial de veneración a la “Niña Blanca” o Santísima Muerte es en el mes de octubre, cuando diferentes devotos, entre ricos y pobres, hondureños y extranjeros, la visitan y dejan prendas como ofrenda a los milagros que aseguran ella les cumple.
“En especial, en octubre, desfilan por esta calle adinerados de Nicaragua y de otras zonas que cumplen promesas, y hasta he recibido propuestas muy fuertes de edificar un altar para ella, pero eso no me interesa; en este humilde rincón me confía los destinos de Honduras y de personas que por falta de fe en Cristo son sentenciadas y en su mayoría por el daño que hacen por amor al dinero”, contó.
“VIENEN CASTIGOS”
Según García, la Santa Muerte le ha anunciado que “vienen castigos para los hondureños y se va a desatar una guerra de intereses fuertes entre los políticos, van a rodar varias cabezas entre los gobernantes actuales del país, lo que traerá mucho caos”.
“La Iglesia enfrentara difíciles momentos este año y la Tierra terminará por reprendernos debido al daño que causamos y al poco interés que existe por una verdadera conversión, se han olvidado de la Iglesia que dejó Cristo y hasta han juzgado a su madre María aquellos que se alejaron del camino. Por ahora eso es lo único que puedo decirles”, indicó.
Fue una de las primeras visitas al guardián del altar y pidió que se regresara otra vez para ofrecer revelaciones que impactarían a Honduras y que podrían cambiar el destino de muchas personas.