“¿Cuántas libras quiere? Está fresquito, lleve pescado y cuide la salud de su familia”, dice Carlos Suazo, un comerciante de mariscos de la Feria del Artesano y el Agricultor en las inmediaciones del estadio Nacional, quien asegura vender entre 500 y 600 libras en promedio cada fin de semana.
Al otro lado de la pared, de este mercado popular está el puesto de carnes rojas de Juan de Dios García, que promueve su producto de varias maneras; “mire que bonita está la carnita, compre que hoy está barata”, afirma vender alrededor de 1,100 libras, entre carne de cerdo, res y chorizos.
La comparación entre ambos comerciantes pone de manifiesto que los capitalinos prefieren en más del doble las carnes rojas, que el pescado, pese a los daños que causa a la salud la ingesta excesiva.
De acuerdo a un estudio reciente de la prestigiosa revista Nature Medicine, un compuesto denominado L-carnitina, presente en las carnes rojas y que se suele agregar como complemento a muchas de las bebidas energéticas puede promover la aparición de aterosclerosis, mal que se manifiesta por el endurecimiento u obstrucción de las arterias.
ACCIDENTES CARDIOVASCULARES
La investigación encontró que las bacterias que residen en el tracto digestivo humano metabolizan la L-carnitina, convirtiéndolo en trimetilamina-N-óxido (TMAO), un metabólico que está vinculado desde 2011 con el desarrollo de la aterosclerosis en seres humanos.
El estudio señala que expertos de la clínica Cleveland (EE UU) vieron además que los pacientes con niveles elevados de L-carnitina parecían tener mayor riesgo de enfermedad cardiovascular y de eventos cardíacos, como infarto, accidente cerebrovascular y muerte, entre otras enfermedades neurodegenerativas.
Estos datos podrían aclarar por qué las dietas ricas en carnes rojas se asocian con un mayor riesgo cardiovascular, ya que el contenido de colesterol y grasas saturadas en la carne roja no parece ser suficiente para explicar el aumento de los riesgos cardiovasculares.
PESCADO: OMEGA 3 Y BAJO EN GRASA
En cambio, los nutricionistas explican que un consumo de por lo menos tres veces por semana de pescado, favorece la salud al ser bajo el contenido de grasas y alto el nivel de Omega 3, elemento clave en retardar el envejecimiento.
Expertos explican que los ácidos grasos Omega 3 disminuyen el riesgo de formación de coágulos de sangre causantes de enfermedades cardiovasculares.
Además, la ingesta consuetudinaria de pescado reduce las cantidades de colesterol malo en la sangre, que es uno de los principales desencadenantes de enfermedades que reducen la calidad de vida.
Pese a ser la carne de pescado un alimento saludable y más barato que las carnes rojas, Fidelina Menchaca, una ama de casa que los fines de semana llega desde el barrio El Reparto a esta feria, manifestó que cuesta acostumbrar a la familia a comer más saludable.
Se quejó que los jóvenes, “aunque estén obesos si no es carne de cerdo o res no comen, y ni hablar si les compran comida chatarra, les encanta, pero cuando les digo que compré mariscos, se enojan”, apuntó.
Por su lado, Mariana Chavarría, una señora entrada en edad, comentó que desde que empezó a tener problemas con la diabetes y por recomendación de los médicos, empezó a comer más pescado.
El cambio de dieta, dijo que le ha permitido sobrellevar esa enfermedad, no obstante, lamentó no haber hecho el hábito de consumir más pescado que otros alimentos desde joven.
En resumen, la carne roja vuelve lento el metabolismo, incrementa la producción de radicales libres, causantes del envejecimiento, en tanto, que la carne de pescado posee mayores cantidades de nutrientes y es mejor asimilada por el organismo. (JB/AA)