Luego que el 14 de febrero del 2012 se incendiara el centro penal de Comayagua, muchos son los sectores de la sociedad civil interesados en detener la edificación de un recinto carcelario en pleno centro de esta ciudad turística.
El Congreso Nacional (CN) aprobó el pasado 18 de enero del 2013 la construcción de la cárcel, por un monto de 1,183,851,720 lempiras, incluyendo 220 millones que serán destinados a comprar el terreno.
El alcalde de Comayagua, Carlos Miranda, hizo un llamado a los titulares del Poder Ejecutivo y Legislativo, Porfirio Lobo, y Juan Orlando Hernández, respectivamente, a que reflexionen sobre la decisión de ejecutar ese proyecto.
Sugirió invertir los recursos aprobados para la construcción de la nueva prisión en un recinto carcelario en Naco, Cortés.
Apuntó que en el sector oeste de la ciudad existe un terreno de 90 manzanas, a siete kilómetros de la ciudad, que bien podría servir para albergar a estos cuatro mil reos.
En ese lugar, anteriormente funcionaba el V Batallón de Artillería, ubicado en la comunidad de El Taladro.
Mencionó que ya existe toda la infraestructura necesaria como las instalaciones de energía eléctrica, carretera pavimentada, sistema de agua potable y riego.
“Creemos que se están haciendo las cosas de manera equivocada e inconsulta, porque construir allí es el peor error que podría cometerse, y la historia juzgaría a quienes intervengan”, advirtió.
ZONA RESIDENCIAL
El área contemplada para la obra colinda con las urbanizaciones Brisas del Valle, El Sauce, San Miguel 2, Los Álamos, Vista Hermosa, CGT, el Centro Universitario Regional del Centro (CURC), así como los hoteles Santa María, Plaza Futura y varias iglesias, según la comuna.
Vaticinó que la inversión se va a retirar, y con el riesgo que representaría esa cárcel, hasta los centros educativos aledaños ya amenazaron con retirarse del departamento.
Con una inversión de más de mil millones de lempiras, la ciudadanía siente molestia porque una cárcel no debe estar en una zona destinada al crecimiento de la infraestructura residencial, lamentó.
Advirtió que si no van a hacer algo fuera de la ciudad, mejor que dejen lo que ya está allí y que no se construya algo para mayor cantidad de reclusos en el centro de la ciudad porque “le están haciendo muchísimo, pero muchísimo daño a Comayagua, y el esfuerzo de tanto tiempo, la ilusión de la ciudadanía y el empeño de los empresarios prácticamente se estaría “echando al cesto de la basura”.
ECONOMÍA AFECTADA
El presidente de la Cámara de Comercio e Industrias de Comayagua (CCIC), Manuel Hernández, recomendó un terreno de unas dos mil manzanas, antigua sede del Centro de Experimentación de Desarrollo Agropecuario y Conservación Ecológica (CEDACE), como una opción para que funcione el nuevo centro penal.
“El CEDACE cuenta con casi el doble de terreno y agua suficiente para las labores agrícolas que pretenden implementar en el penal”, aseguró Hernández.
Añadió que “tienen tierras en otros lugares… queremos que la construyan fuera de la ciudad, ya que nuestro comercio es turístico y deseamos seguirlo sosteniendo”.
“Realmente no nos oponemos a la construcción de una granja penal que tanto la necesita Honduras; pero sí nos oponemos al lugar en donde se va a construir, que es el centro de la ciudad prácticamente”, expresó.
“La verdad es que Comayagua es una ciudad turística lindísima… Aquí se encuentra la mayor parte de nuestra historia colonial, y hemos tratado de construirla poco a poco”, apuntó.
Para ilustrar lo que a su juicio es casi un disparate, comentó que al presidente de Guatemala, Otto Pérez Molina, no se le va a ocurrir ir a poner una cárcel a la ciudad de Antigua Guatemala, ni al de Nicaragua, Daniel Ortega, ir a construir una en Granada.
Por tanto, no se explica cómo en Honduras se pretende colocar una prisión en pleno centro de Comayagua, que es la ciudad colonial de Honduras.
“Realmente no nos beneficiaría en nada toda esta inversión que hemos hecho, porque si esta granja penal estaría en la entrada de Comayagua, afectaría la economía del lugar”, manifestó.
No descartó que con la llegada de los reclusos, el sector empresarial tendría enormes pérdidas, porque “no son 4,000 empresarios que vienen a sembrar vegetales orientales… Es una granja penal, y muchos de los familiares se van quedando en zonas marginales, y van aumentando los cinturones de pobreza dentro de la ciudad, sobre todo alrededor de lo que sería la granja penal”.
“Yo creo que la granja penal es una necesidad para Honduras, pero tal vez la posición donde está dentro de la ciudad no es un lugar correcto. Además, prácticamente viola todo el Reglamento Urbanístico que tiene la Municipalidad de Comayagua”, manifestó.
Señaló que ya han trabajado suficiente para que la cárcel sea recuperada, mejorado sus sistemas eléctricos, y la infraestructura en general, para que no vuelva a ocurrir otro incidente.
INVERSIÓN PELIGRA
El presidente de la Cámara Nacional de Turismo de Honduras (Canaturh), capítulo de Comayagua, Tirzo Zapata, se mostró en contra del proyecto porque la inversión en hotelería, restaurantes y otros centros de diversión “se vendría abajo con una cárcel”.
“No es justo que ahora se nos venga a montar un proyecto de tal magnitud para 4,500 personas, y que no tiene ningún tipo de beneficio como ciudad”, manifestó.
Apuntó que “como hoteleros, definitivamente no nos interesa el tipo de huésped que nos pueda venir por la cárcel, porque como todos saben, sería un huésped de alto riesgo”.
Señaló que como Cámara de Turismo se oponen al proyecto, porque Comayagua tiene un giro turístico, agroindustrial, y productivo.
“Lo único que nos interesa es vender el centro histórico de Comayagua… No queremos que se siga ampliando la gama de actividades en nuestra ciudad porque esto lejos de beneficiar, va a ser un punto negativo de la ciudad. Comayagua se va a conocer como una ciudad carcelaria”, resaltó.
Adujo que la construcción de la nueva cárcel en pleno centro lo que sugiere es inseguridad, tanto para el ciudadano como para el turista.
“Será de alto impacto negativo, y la industria turística siempre va a generar mayor empleo que una cárcel”, enfatizó.
Con un pronunciamiento público, los sectores de la sociedad civil de Comayagua pidieron una consulta a la población para saber su posición respecto al proyecto de construcción de la cárcel en el centro de la ciudad, a través de un cabildo abierto.
Si el gobierno no acepta construir el penal en la zona que proponen las autoridades municipales, empresarios y sociedad civil, sostuvieron que hay más de 10 terrenos de igual extensión a un costo menor. (PCC)