Más de 20 mil piezas culturales “encarceladas” por falta de museos

La evolución histórica del país desde su descubrimiento, su exquisita riqueza cultural donde se conjugan leyendas, importantes descubrimientos arqueológicos, las artes, costumbres y los diferentes periodos políticos del país, permanecen “encarcelados” en las bóvedas del Instituto Hondureño de Antropología e Historia (IHAH).

La historia y cultura de Honduras permanecen en bóvedas ante la falta de centros de exposición, explica Omar Talavera.
La historia y cultura de Honduras permanecen en bóvedas ante la falta de centros de exposición, explica Omar Talavera.

Aunque en las principales ciudades del país los turistas buscan sitios donde conocer las interioridades de Honduras y admirar su belleza cultural, lo único que encuentran son centros comerciales, debido a la falta de sitios donde se pueda apreciar la identidad de la nación.

Sin embargo, lo impresionante es que existe un inventario que supera las 20 mil piezas, que permanecen en diferentes bóvedas almacenadas en las principales ciudades del país como Tegucigalpa, Omoa, en Cortés y en Copán, Ruinas.

Los inventarios en Honduras se dividen en bienes religiosos, arqueológicos y patrimoniales, que son del periodo republicano, pero en el caso de los bienes eclesiásticos estos se depositan en las iglesias a quien le corresponde montar las exhibiciones religiosas, pero en todo el país solo existe una en Comayagua.

“Lo ideal no es que las piezas estén en los diferentes depósitos, principalmente las que tienen valor cultural que son las obtenidas después de una investigación, sin que sean conocidas por nuestra gente”, reconoce el jefe de Registro y Control de IHAH, Omar Talavera.

Piezas inéditas y representativas de varias zonas del país permanecen durmiendo en bodegas.
Piezas inéditas y representativas de varias zonas del país permanecen durmiendo en bodegas.

Como autoridades, explica Talavera, se hace lo que manda la Ley para la Protección del Patrimonio Cultural de la Nación, que es levantar un inventario de los bienes que corresponden al patrimonio cultural en una base de datos digital de acuerdo al tipo, su procedencia, descripción y otros aspectos de importancia.

Donde existen más piezas depositadas es en Copán, Ruinas, las que son propiamente del los sitios arqueológicos y por la cantidad decidieron crear el Centro Regional de Investigaciones Antropológicas (CRIA) que alberga más de 18 mil registros.

Luego en Tegucigalpa existe una miscelánea de piezas arqueológicas, religiosas, militares, arte y toda variedad de objetos, siguiendo la Fortaleza de San Fernando de Omoa en Cortés, donde se almacenan balas de cañón y cañones.

CONSERVACIÓN
Talavera explicó que el objetivo de llevar las piezas a los depósitos del patrimonio es garantizar la conservación de los bienes culturales, pero siempre se está a la espera que sean requeridas para llevarlas a una sala de exposición que puede ser temporal o definitiva.

En muchas valijas se encuentran miles de obras que son parte del patrimonio nacional.
En muchas valijas se encuentran miles de obras que son parte del patrimonio nacional.

Se estima que a nivel nacional funcionan unos 20 museos que se vuelven insuficientes para la riqueza cultural que está “prisionera” en las diferentes bóvedas, mientras que miles de niños reciben su educación sin conocer los rostros de los presidentes o ver una imagen de las estelas mayas.

Lo ideal para el funcionario es que se cree el museo nacional, porque hay muchas piezas desconocidas y que pueden despertar el interés de nacionales y extranjeros por escudriñar la historia del país.

Haciendo un estimado de mil piezas por museo, se necesitarían unas 20 instalaciones para poder exponer toda la cultura de Honduras, recordando que el proceso no termina porque la colección es constante debido a que cada día se descubren nuevas cosas, expresa Talavera.

Una de las ciudades del país que camina a convertirse en la ciudad de los museos es Comayagua, mientras que Tegucigalpa presenta varias alternativas donde se exponen una variedad de la idiosincrasia nacional.

Pero ninguno se compara con la tranquilidad y serenidad que alberga el museo Villa Roy, ubicado en las faldas del barrio Buenos Aires de Tegucigalpa, que en años anteriores era la cuna cultural de los alumnos de educación primaria, secundaria y superior.

“Me acuerdo que Villa Roy fue el primer museo que conocí, cuando en una excursión de la escuela nos llevaron los maestros y desde entonces me apasioné por la historia y cultura de Honduras”, añora Laura Martínez, estudiante de Historia, mientras visita la antigua casa presidencial en el centro de Tegucigalpa.

ALMACENADAS

El registro que se lleva está digitalizado, pero para sacar todas las piezas se necesitan unos 20 museos más.
El registro que se lleva está digitalizado, pero para sacar todas las piezas se necesitan unos 20 museos más.

De este importante monumento ahora solo quedan los recuerdos, debido a que hace unos dos años comenzó a agrietarse producto de una falla geológica, al grado que estuvo a punto de sucumbir y se tuvo que sostener con columnas de madera.

En ese sentido las autoridades determinaron cerrar al público las exposiciones con el fin de restaurarlo y así evitar un daño a las 1,126 piezas que exponía y que se diera una tragedia para los visitantes.

La exhibición iniciaba conociendo la vida del expresidente de la República Julio Lozano Díaz, y la vida de su esposa, doña Laura Vijil, donde se admiraban las condecoraciones, la vestimenta, inmuebles y otros aspectos de la familia porque de ellos fue el edificio y después lo donaron.

También se hablaba de los 17 departamentos que existían antes que se creará Gracias a Dios, de la independencia, la federación, la anarquía, la reforma liberal, los enclaves mineros y bananeros, la banca en Honduras y los primeros medios de comunicación.

Luego se llegaba a los gobiernos de Juan Manuel Gálvez, Julio Lozano Díaz, el Triunvirato, seguía la historia de Ramón Villeda Morales, después Oswaldo López Arellano a quien le dan golpe de Estado, después un gobierno efímero de Ramón Ernesto Cruz y otra vez López Arellano, hasta llegar a 1982 cuando asume Roberto Suazo Córdova.

Honduras todavía no cuenta con un museo nacional donde se pueda resumir en una sola exposición toda la riqueza cultural de la nación.
Honduras todavía no cuenta con un museo nacional donde se pueda resumir en una sola exposición toda la riqueza cultural de la nación.

Todo ese periodo que se exponía en el museo era el republicano, porque el edificio es de ese tiempo, pero lo que más atraía a los estudiantes eran los carros clásicos, sobre todo los dos de Tiburcio Carías Andino.

Talavera explicó que Villa Roy antes era el museo nacional, que tenía diferentes salas de exposición con los tres periodos de la historia de Honduras, prehispánica, colonial y republicana, pero en 1996 se cerró pasando a llamarse Villa Roy.

Lo anterior se debe a que el expresidente Rafael Leonardo Callejas decidió desocupar la antigua casa presidencial y se pensó que las piezas del Museo Nacional se iban a pasar a ese edificio, pero quedó funcionando como el Centro de Documentación de Investigaciones Históricas de Honduras.

Aunque en la capital son varios los centros de exposición cultural, las autoridades del IHAH, consideran que es necesario fomentar el conocimiento de la cultura abriendo museos donde todos los hondureños puedan acceder fácilmente.