Templarios y su historia

Por Antonio Martín

ANTONIO_MARTINLos miembros de la Orden de los Caballeros de Cristo y del Templo son más comúnmente conocidos como Caballeros Templarios fue una de las más famosas órdenes militares cristianas de la Edad Media. Fue fundada en 1119  por nueve caballeros  franceses liderados por Hugo de Payens tras la Primera Cruzada. Su propósito original era proteger las vidas de los muchos cristianos que peregrinaban a Jerusalén tras su conquista. La Orden fue reconocida por el patriarca latino de Jerusalén, Garmond de Picquigny, quien les impuso como regla la de los canónigos agustinos del Santo Sepulcro.

Fue aprobada por la Iglesia Católica en 1129, durante el Concilio de Troyes (celebrado en la catedral de la misma ciudad), la Orden del Templo creció rápidamente en tamaño y poder. Los Caballeros Templarios empleaban como distintivo un manto blanco con una cruz roja dibujada en él. Militarmente, sus miembros se encontraban entre las unidades mejor entrenadas que participaron en las cruzadas. Los miembros no combatientes de la Orden gestionaron una compleja estructura económica dentro del mundo cristiano. La Orden edificó una serie de fortificaciones por todo el mar Mediterráneo y Tierra Santa.

El éxito de los templarios se encuentra vinculado a las Cruzadas. La pérdida de Tierra Santa derivó en la desaparición de los apoyos de la Orden. Además, los rumores generados en torno a la secreta ceremonia de iniciación de los templarios crearon una gran desconfianza. Felipe IV de Francia, fuertemente endeudado con la Orden y atemorizado por su creciente poder, comenzó a presionar al Papa Clemente V con el objeto de que tomara medidas contra sus integrantes. En 1307, un gran número de templarios fueron apresados, inducidos a confesar bajo tortura y posteriormente quemados en la hoguera.

Las invasiones musulmanas comenzaron en la Europa Occidental una etapa expansiva, el comercio experimentó un nuevo renacer, al igual que las ciudades. La autoridad religiosa había logrado introducir en el belicoso mundo medieval ideas como la paz de Dios o la tregua de Dios, que dirigían el ideal de caballería hacia la defensa de los débiles. No obstante, no rechazaba el uso de la fuerza para la defensa de la Iglesia. El pontífice Juan VIII, a finales del siglo IX, había declarado que aquellos que murieran en el campo de batalla luchando contra el infiel verían sus pecados perdonados.
Existía, pues, un arraigado y exacerbado sentimiento religioso que se manifestaba en las peregrinaciones a lugares santos, habituales en la época. Roma -como lugar tradicional de peregrinación- fue paulatinamente sustituida a principios del siglo XI, por Santiago de Compostela y Jerusalén.

Estos nuevos destinos no estaban exentos de peligros y obstáculos para los peregrinos como salteadores de caminos o fuertes tributos para los señores locales, pero el sentimiento religioso, unido a la espera de encontrar aventuras y fabulosas riquezas en Oriente, sedujo a muchos peregrinos. Los templarios tuvieron una destacada participación en la Segunda Cruzada, durante la cual protegieron al rey Luis VII de Francia luego de las derrotas que este sufrió a causa de los turcos. Hasta tres grandes maestres cayeron presos en combate en un lapso de 30 años: Bertrand de Blanchefort, Eudes de Saint-Amand y Gerard de Ridefort.

Final de la Orden de los Templarios: El último gran maestre, Jacques de Molay, se negó a aceptar el proyecto de fusión de las órdenes militares bajo un único rey según proyecto de Rex Bellator -impulsado por el gran sabio Ramón Llull-, a pesar de las presiones del Papa. El 6 de junio de 1312 fue llamado a Poitiers por el Papa Clemente V para un último intento, tras un fracaso. El destino de la Orden de los Templarios  quedó sellado. Felipe IV de Francia, (ante las deudas que había adquirido su país por el préstamo que su abuelo Luis IX solicitó para pagar su rescate luego de ser capturado en la Séptima Cruzada.

Como se ha visto en este polémico comentario -extraído de la Enciclopedia Católica para ser más objetivo- queda claro que el trabajo de la Orden de los Templarios era defender a los peregrinos de los múltiples peligros que encontraban en sus giras por Oriente y Occidente.

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