Polache ironiza que no se trajo un “zope de lata”

A la 1:50 de la tarde arribó ayer de Chile el cantautor Paul Hughes, conocido como Polache, el cual fue recibido en el aeropuerto Ramón Villeda Morales por amigos, familiares y admiradores que con aplausos y ovaciones le dieron la bienvenida, tras su participación en el Festival Internacional Viña del Mar.

Polache fue recibido por muchos fans y amigos que lo ovacionaron, pese a las críticas.
Polache fue recibido por muchos fans y amigos que lo ovacionaron, pese a las críticas.

Con su guitarra en la espalda y visiblemente nervioso tras su participación en ese festival, de la cual tuvo muchas críticas por la coreografía y por los tatuajes que portaba de forma temporal en su cuerpo y que según algunos sectores eran alusivos a las denominadas pandillas, dijo, “miren como me reciben y eso que perdí, ya si hubiera ganado”.

Luego del encuentro con su familia, dónde abrazó y besó a sus hijos y esposa, indicó que “me siento feliz por la experiencia que gané, pero triste porque cuando salí del país dije que regresaría con un premio, pero no me traje nada, vengo con la cola entre las patas, pero ya más bien quería ver a mis niñas, a mi hijo y estar en mi casa”.

Dijo esperar que por lo menos la gente sienta que hizo su mayor esfuerzo, pese a que en el festival “yo que llevaba tamales y de repente querían lasaña”.

Sobre su actuación en el escenario de la Quinta Vergara, refirió que el escenario y la fama que tiene ese monstro, es mentira, porque al que le gusta la música se va a subir donde sea, la presión realmente era del jurado, “yo creo que me preocupé demasiado en querer agradar al jurado y ese fue un error fatal; mi consejo para el próximo artista que vaya a Viña del Mar, que espero sean muchos, es que no piensen en el jurado, sino ganarse al pueblo chileno que está enfrente. En la segunda presentación traté de hacer lo mejor, pero lastimosamente seguí pensando en el jurado. Analizando qué es lo que hizo mal, pensé que en la primera presentación me había alejado mucho del micrófono y que de repente había gritado por la emoción y la ansiedad, por eso traté de hacerlo de la mejor manera posible y aparentemente eso no bastó”.

Sobre las críticas, Polache dijo lamentar que “desde que yo salí del país, mi pasaporte ya iba salpicado de sangre, porque cuando me presentaron la coreografía y después las imágenes que en ningún momento observé, sino que hasta el final supe que iba a salir, terminé entendiendo y analizando que es la manera que nos están viendo a los hondureños y que solo fui una razón, como ellos nos ven a nosotros”.

Sobre si se siente frustrado, indicó que no, pues consideró que la reflexión debe ser para los hondureños, “cualquier compatriota que ha salido del país va a saber que la percepción de Honduras para el mundo, actualmente es de violencia y delincuencia”.

Explicó que el tema con el que participó en ningún momento toca el tema de la violencia o delincuencia; es un lenguaje popular, que aseveró utiliza en sus temas, “pero de repente me vieron en las fotografías tatuado y sintieron que el tema era de un lenguaje callejero. Escuchan las noticias del país todos los días, de extorsiones, secuestros y maras que no dejan a las familias y los barrios en paz, desigualdad social, por lo que, ellos, siento que fue lo que aplicaron en parte de las pantallas y pusieron una coreografía que se notaba agresiva”.

Aclaró que pidió a los coreógrafos que no hicieran señales como de mareros, “eso porque en mi país ese ademán se entiende como mara; no sé si lo quitaron, porque yo estaba cantando para el público y no tenía mi mente en lo que estaban haciendo los bailarines”.

Reconoció que para la segunda participación “yo ya iba desmoralizado, porque vi mejores presentaciones que la mía y algunas a mi nivel, pero también sentí que el jurado no fue imparcial en ese sentido, pues hubo participantes que lo hicieron mejor que los ganadores, pero no se llevaron un premio. Yo dije una expresión, juro por Dios y por mi madre que no vuelvo a ponerme frente a un jurado, prefiero pensar en mis deficiencias porque no vengo de una escuela de música, de repente no tengo la mejor voz, de repente mi voz al jurado no le gustó o no le agradó mi presentación, vio mi coreografía muy agresiva, todas esas cuestiones me restaron puntos, prefiero pensar así y no que me pusieron el balde y que hubo mano peluda”.

Insistió en que su sueño era que un productor los viera en Viña del Mar y empezar a soñar en un Grammy, “me siento orgulloso de haber representado a mi país y hubiese traído a mis hijos la gaviota de plata, pero no me vine ni con un zope de lata, pero aquí estoy de regreso. A mí lo que me queda es seguir luchando por salir del país y lograr algo grande”.