Las pérdidas financieras del SANAA a nadie le importan

El Servicio de Acueductos y Alcantarillados (SANAA) reporta pérdidas financieras desde hace muchos años sin tener planes de acciones correctivas. Al contrario de su contraparte Aguas de San Pedro Sula que es manejada por una empresa privada con inversión y visión estratégica.

Mario Pineda
Mario Pineda

El SANAA tiene muchos problemas, tantos que no se sabe ni por dónde comenzar, según Luis Irías, exempleado de esa institución. Las pérdidas financieras rondan los 120 millones de lempiras cada año.

El mayor problema del SANAA está en su personal, el cual en muchos departamentos, especialmente en el de Cuencas, hay mucha corrupción porque no autorizan permisos a nuevos proyectos a menos que se les dé sus dádivas, no importando si el proyecto sea viable o no, sostuvo Irías.

A esto se le suma el robo de agua, el 60% del acueducto está colapsado, lo cual provoca la pérdida de agua tratada en el flujo hacia casas y negocios, y hay altos valores en las compras de suministros, etc.

El Presidente de la República, Juan Orlando Hernández, está consciente de ese problema y ha delegado la autoridad de la institucion al doctor Mario Pineda, quien se desempeñó con mucho éxito en Pronaders, durante el gobierno anterior.

Se espera lograr apoyo internacional para construir Guacerique 2, debido a la alta credibilidad que tiene el doctor Pineda con la comunidad internacional.

En el caso del SANAA ni siquiera se conocen planes para volverlas rentables y dejen de ser un dolor de cabeza para el Estado ya que opera con números rojos desde hace muchos años y con un futuro incierto.

En verano las represas del SANAA casi se secan debido al descuido de las cuencas que abastecen al río Guacerique.
En verano las represas del SANAA casi se secan debido al descuido de las cuencas que abastecen al río Guacerique.

La empresa que suministra el agua potable y presta el servicio de alcantarillado, todavía no se sabe si logrará la municipalización de sus sistemas tal como lo manda una ley, ya que enfrenta un pasivo laboral que las alcaldías no pueden absorber, mucho menos el Estado.

La municipalización del agua implica la creación de una empresa cuyo socio mayoritario sería la alcaldía municipal, pero no se concreta porque no hay recursos para cancelar las prestaciones laborales de unos 800 empleados que tendrían que ser cancelados, porque la nueva empresa no podría absorber todos los empleados.

Uno de los principales cuestionamientos que diferentes sectores le hacen a las autoridades del SANAA es el pésimo estado de los acueductos. Se estima que un 35 por ciento de las pérdidas de la empresa son técnicas, es decir agua que se pierde por fugas ocasionadas por el colapso de las tuberías.