Alerta

Por: José A. San Martín*
jose_a_san_martinEn una edición anterior, en este mismo rotativo, expresamos nuestra preocupación por los actos terroristas, dígase empleo de artefactos explosivos en algunos lugares de acceso público, sus orígenes y posibles responsables; con el rechazo del ex presidente Zelaya al cumplimiento a lo aprobado en el Acuerdo Tegucigalpa-San José, el cual suscribió a través de sus representantes, sus seguidores, que creemos no lo son realmente, han exteriorizado sus intenciones de continuar en lo que denominan la resistencia contra el golpe de Estado, solicitando la restitución de Manuel Zelaya y la convocatoria a una Asamblea Nacional Constituyente, para resolver los problemas de Honduras, a pesar de saber perfectamente que el procedimiento que buscan es violatorio de la Ley Suprema del Estado.
En notas aparecidas en varios periódicos de nuestro país, los desfasados y tristemente célebres grupos de izquierda denominados Cinchoneros y el Frente de Liberación Lorenzo Zelaya, en alguna medida beligerantes durante la época de la guerra fría en nuestro país, se pronunciaron adjudicándose actos terroristas recientemente ocurridos en Tegucigalpa, capital de la República, expresando, mediante nota escrita, su disposición en apoyar a Manuel Zelaya y su restitución al poder para restablecer, de esa manera, el orden democrático perdido a raíz de los eventos ocurridos el 28 de junio recién pasado, en nuestro país. Estamos seguros de que a estos grupos ilícitos, no les interesa el señor Manuel Zelaya ni su restitución, ni mucho menos el restablecimiento del orden democrático dizque perdido en nuestra patria, nada más alejado de la verdad. Sencilla y llanamente buscan la transformación de nuestro país para someterla a los preceptos totalitarios del chavismo y su envolvente y desfasada doctrina socialista convirtiéndonos en un satélite más del engranaje comunista que lidera el actual presidente venezolano, Hugo Chávez y su política expansionista.
Igualmente, han aparecido saboteadores de torres de transmisión eléctrica, atentados contra la vida de personas, secuestros, colocación de artefactos explosivos en lugares públicos, etc., a quienes, lógicamente, se los relaciona con los integrantes de la susodicha resistencia seguidora de Zelaya; sus actos, dirían ellos, son de protesta; vaya ridiculez. Al mismo tiempo, el señor Carlos H. Reyes, candidato independiente a la Presidencia de la República en las próximas elecciones del 29 de noviembre, ha desistido a continuar participando en la contienda política; es importante señalar, entre otras, algunas declaraciones del señor H. Reyes en donde se refiere a las acciones violentas, de guerra, de resistencia, que librarían los integrados como el Frente Morazanista de Liberación Nacional, a fin de hacer oposición a las acciones del gobierno de la República, sea el actual que lidera don Roberto Micheletti, o el próximo a instalarse el 27 de enero próximo. Dice don Carlos H. Reyes, que la lucha no termina, advirtiendo, obviamente sin mencionarlo, que seguirían los actos de resistencia, querrá decir ¿sabotajes, la colocación de bombas, etc.? ¿Todo es tan evidente no?
Paralelamente a todo lo que políticamente ocurre en nuestro suelo, se han incrementando las actividades de los narcotraficantes, traficando estupefacientes, dólares y armas de grueso calibre, lo que verdaderamente es preocupante. Ya lo ha expresado claramente Alfredo Landaverde, experto analista del tema del narcotráfico: estamos invadidos por los grandes cárteles de la droga, existe una guerra activa para mantener sus operaciones, y por medios violentos, alcanzar sus objetivos de posicionamiento territorial.
Nuestro país, con lo que sucede, se convierte en terreno fértil que facilita las operaciones del tráfico de drogas. No sería nada remoto ni extraño que exista relación entre los “Resistentes” y los cárteles de la droga, para que ambos, mediante apoyos mutuos, alcancen sus propósitos. ¿Estarán jugando Mel Zelaya, y los que se llaman sus seguidores, este fatal juego? ¿Será posible que se inclinen hacia estas alternativas para el logro de sus objetivos? Pareciera que sí, de lo contrario que lo expresen y lo demuestren.
Por todo ello, el pueblo hondureño debe mantenerse en alerta máxima, convertirnos en vigilantes las 24 horas de lo que sucede a nuestro alrededor, informando a las autoridades competentes de cualquier irregularidad que observemos. Estamos seguros que los organismos de seguridad del Estado ya están alertados y tomando las providencias del caso.
Dios cuide a Honduras.
*Cnel. de aviación ®