Toda una vida como maestro

Cumplí mis Bodas de Plata, como maestro jubilado por Inprema.

Llegué a Tegucigalpa con procedencia de San Marcos de Ocotepeque, e inicié mis estudios de magisterio en la Escuela Normal de Varones, en febrero de 1955, me gradué de maestro de educación primaria urbana el 29 de noviembre de 1959. Ya graduado no me fui para mi pueblo sino que me quedé aquí en Tegucigalpa, el abogado y diputado Carlos Manuel Arita Palomo (QEPD) me consiguió trabajo como asistente de la directiva del Congreso, en mi mente sencilla y falta de conocimiento, mi deseo era seguir en la universidad para estudiar Derecho, el abogado Modesto Rodas Alvarado, presidente del Congreso Nacional, muy conocedor de las leyes me aclaró que yo tenía que trabajar dos años que había disfrutado de la beca y así poder sacar equivalencia, entonces yo mismo me dije “tengo que hacer honor a mi profesión” así fue que de parte del abogado Juan Miguel Mejía, ministro de Educación, en aquella fecha me consiguió trabajo en la Escuela Vocacional de Jalteva, nombrado como inspector, siendo director el gran maestro Francisco Martínez (QEPD), trabajé 2 años, 1960 y 1961. En 1962 me trasladé a Brus Laguna, departamento de Gracias a Dios (la Mosquitia hondureña) como director de la escuela “José Santos Guardiola” en 1965, me trasladé a  Paptalaya, siempre en la Mosquitia como director de la escuela “Miguel Paz Baraona”. En 1966, inicié a trabajar en la primaria del Instituto Salesiano San Miguel en ese año, ya habiendo pagado la beca con los cinco años de trabajo, solicité equivalencia con la intención de estudiar Derecho en la universidad. A mediados de 1971, me trasladé a la Escuela Urbana Mixta “Simón Bolívar” en Comayagüela; y en 1973 simultáneamente, inicié a trabajar en la noche como consejero en el Instituto Gustavo Adolfo Alvarado, inclusive llegué a ser catedrático en el ciclo común y en bachillerato en ciencias y letras. Llegué a ocupar el cargo de secretario y subdirector, habiendo trabajado 14 años en este  instituto, hasta 1984. Estando siempre en la escuela Simón Bolívar, sintiéndome un poco cansado, realicé una permuta definitiva en 1987 con el director de la escuela “Miguel Ángel  Barahona” en Paptalaya, la Mosquitia hondureña y en 1988, presenté mi solicitud de jubilación al Inprema, teniendo como apoderado legal al licenciado Gilberto Turcios (QEPD), resulta que a él lo matan el 11 de diciembre de 1988, pero yo ya había seguido el trámite, entonces dicho trámite siguió su oficio, y así de oficio me salió la jubilación el primero de febrero de 1989, habiendo cumplido veinticinco años de jubilación el pasado primero de febrero del presente año. Por cuestiones obvias no realicé mis estudios de Derecho pero sí con todo orgullo, me realicé como maestro de educación en los dos niveles, primaria y secundaria. El mejor regalo que yo recibo es el saludo cariñoso, respetuoso y amable de mis exalumnos, tanto de primaria como de secundaria.

Agradeciéndole a Dios Todopoderoso por el disfrute que he tenido durante mis años de jubilación al Inprema, a Amajupenh y a la Seccional No. 1, especialmente a los directivos, profesora Hilda Rosa Yánez Benítez y al profesor Américo Ochoa.

José Antonio Interiano Rivera
Tegucigalpa, M.D.C.