A pesar que el Presidente de la República Juan Orlando Hernández ordenó poner orden en el rubro del transporte, las acciones de las nuevas autoridades son pocas o nulas, ya que el desorden de taxistas, microbuses y servicio ejecutivo sigue imperando en las principales ciudades del país.
Ahora es común observar las unidades del transporte rapiditos o ejecutivos llenas de pasajeros parados, y cuando se inició con este servicio, los compromisos fueron que todos los usuarios iban a trasladarse sentados.
Otro problema que se está dando en la actualidad, es que debido a los pocos operativos de parte de la DGT, han proliferado varias unidades del servicio microbuses que están funcionando en corredores donde ya existen rutas autorizadas.
Esto permite que debido a la falta de control e identificación de los ilegales, los delincuentes se infiltren y cometan sus fechorías, que van desde asaltos hasta asesinatos a los pasajeros que se oponen a las acciones ilícitas.
Pompilio Coello, presidente de la asociación de microbuses de Tegucigalpa, explicó que a medida se tardan los diputados con la aprobación de la nueva ley del transporte, donde se incluirán los microbuses, este vacío está permitiendo que surjan busitos ilegales.
“Según nuestros datos, existen unos 600 microbuses que están operando desordenadamente solo en la capital y que no se sabe quiénes son sus dueños ni mucho menos sus conductores”.
SE IDENTIFICARÁN
“Estos no están registrados en ningún lado ni pertenecen a alguna asociación y sin duda que se presta para acciones ilícitas que ocurren donde se van a meter a trabajar”, dijo Coello.
El transportista aclaró que, los buses que están registrados bajo la asociación que él dirige tiene el control estricto de los conductores y dueños de unidades, por lo que es más difícil que se presten a situaciones fuera de lo normal.
“Estamos siguiendo las indicaciones que ha girado el Presidente de la República y la Dirección del Transporte, que pongamos orden en nuestra organización y hemos comenzado con identificarnos por medio de stickers o calcomanías para que las autoridades nos reconozcan y sepan que trabajamos dignamente”.
“Esperamos que los diputados tomen en consideración que nosotros tenemos 10 años de circular y que en esta ocasión nos logren legalizar, ya que solo ese requisito falta pues la DGT ya sabe que existimos y quiénes somos”, señaló Coello. (ML)