10% cae consumo de carne de pollo

Las ventas de carne de pollo de enero y febrero pasados mostraron una caída mayor al 10 por ciento, en comparación con los datos de los mismos meses de 2013, lo que tiene preocupados a los productores avícolas, que temen que el declive continué por el resto del año.

Más del 10% cae el consumo de pollo en Honduras, lo que hace pensar que la población ha empezado a sentir los efectos nocivos de las medidas de ajuste fiscal.
Más del 10% cae el consumo de pollo en Honduras, lo que hace pensar que la población ha empezado a sentir los efectos nocivos de las medidas de ajuste fiscal.

La reducción del consumo se está produciendo, pese a que el sector avícola no ha incrementado precios, porque “sería como un haraquiri”, mencionó el representante de los avicultores y ex subsecretario de comercio interior, Juan José Cruz.

Cruz añadió que al año “se producen alrededor de 320 millones de libras, entonces, estaríamos hablando de 32 millones de libras al año que se están dejando de vender”.

Sin embargo, los avicultores esperan que las ventas mejoren, ya que de lo contrario estarían en dificultades, porque la mayoría tiene compromisos con los acreedores.

Pese a que el pollo es uno de los productos de la canasta básica, exonerado del pago del 15 por ciento de Impuesto Sobre Ventas (ISV), la merma se ha dado, posiblemente por el brote inflacionario que provocaron las medidas de ajuste fiscal, vigentes desde el 1 de enero de este año.

Las medidas fueron aplicadas mediante la Ley de Ordenamiento de las Finanzas Públicas, Control de las Exoneraciones y Medidas Antievasión, que elevaron más de cinco lempiras el costo de los combustibles y tres por ciento el ISV.

Según economistas, fue así que empezó a caer el poder adquisitivo de los consumidores, lo que se ha convertido en un círculo vicioso, que al final reducirá las proyecciones de recaudación de tributos del gobierno.

Según el Banco Central de Honduras (BCH), la inflación de enero pasado fue del 1.5 por ciento, para febrero bajó a 0.82 y similar en la cifra que se espera para el final de este mes.

Pero expertos sostienen que la base que utiliza el BCH está obsoleta, data de más de 10 años, y no incluye productos o servicios que han pasado a ser prioritarios en los hábitos de consumo de la población.

Pero argumentan que no hay capacidad para poder financiar una medición del consumo, porque resulta ser un proceso caro, que ninguna institución estaría en la capacidad de hacerlo. (JB)