RECTORÍA VERSUS MINISTERIO

arquero3HA causado roncha ese informe de los procesos de admisión de la UNAH, evidenciando que la educación media va en decadencia. El primero en reaccionar ha sido el ministro de Educación, calificando el informe como injusto. Rebate que las pruebas practicadas por la UNAH son de aptitud no de conocimiento. Resiente que por esas cifras confusas de la UNAH, se interprete que la educación media haya fracasado. Y revira señalando las deficiencias en la educación superior: “Se discrimina a los que no tuvieron oportunidad de formarse en las mejores condiciones, concentra y segrega a los grupos más elitistas. Si fuera privada no hubiera problema pero es pública y la función de la universidad pública es permear a los vulnerables, aquellos que el Estado no ha podido atender de mejor manera con mecanismos favorables”.

Critica el informe de la rectora rebatiendo que “no es justo por los jóvenes, estereotipar colegios y tampoco es correcto, como incorrecto es hacer listados por departamentos, porque científicamente esta es una prueba de aptitud no de conocimientos; no tiene soportes para hacer conclusiones peyorativas como las que están haciendo”. “Creo que no es justo que la Autónoma esté tratando de curarse en salud echándole la culpa a la Secretaría de Educación”. “En América Latina el 60 por ciento de los que terminan media van a la universidad. En Honduras es el 58 por ciento. No estamos lejos de los valores de ingresos de media a superior”. “La pregunta es, ¿ustedes creen que en otros países todos los de media van a la universidad? No. Porque existen mecanismos diferenciados. Al menos la mitad van a las universidades y los otros van a la educación técnica o terciaria que es responsabilidad de educación superior, no de la Secretaría de Educación”. “Honduras no tiene educación terciaria, por eso la Autónoma cuando hace pruebas de aptitud, no de conocimientos, no las puede relacionar con los resultados de secundaria, porque no está midiendo conocimientos. Una prueba de aptitud en ningún momento tiene relación con el nivel de rendimiento de un sistema”. “Si la educación superior sirviera como una herramienta para producir fusión social, no se debería utilizar un solo aspecto de ingreso que es la competencia del mercado que la Autónoma está utilizando”. “En otras universidades hacen procesos de inducción. De manera que aquel que no tuvo la oportunidad de tener el mejor nivel también pueda participar de la educación superior pública, porque ese es un derecho de la Constitución de la República”.

Las autoridades de la UNAH rechazaron que las Pruebas de Aptitud Académica (PAA), que realizan para los aspirantes a cursar una carrera académica, sean discriminatorias, pues no pueden admitir a estudiantes que no tengan las competencias. La vicerrectora universitaria explicó que “no solo se trata de asegurar el acceso a la educación superior, sino garantizar el éxito de su permanencia y que una vez graduado tenga las competencias para desarrollarse en el mercado laboral”. “La PAA no es una prueba discriminatoria, sino una prueba válida científicamente para medir si una persona tiene o no los méritos para ser exitoso en la universidad”. La PAA valora la comprensión de lectura del español y la lógica matemática, aptitudes que se desarrollan a lo largo de toda la educación que se ha recibido antes de ingresar a la universidad y a través de los cuales, una persona es capaz de identificar y resolver problemas”. “Los estudios realizados por la UNAH evidencian que de fondo hay una crisis del sistema educativo nacional, ya que los estudiantes que no lograron el puntaje de admisión están distribuidos sin diferencias estadísticas significativas en los institutos públicos y privados, es decir que el índice y porcentaje de admisión es similar en ambos grupos”. La rectora agregó su granito: “Siento que no hubo una lectura correcta de los datos, se deben leer objetivamente pensando en el país y sin ver esto como una alusión personal, creo que lo que el señor ministro está haciendo y ha hecho es muy importante, haber logrado la gobernabilidad en el sistema, pero la reforma académica es otra cosa, se requiere profesores bien capacitados, estudiados y con un alto nivel, pero eso se logra con formación docente”. La conclusión que podría sacar el amable lector de este alegato -entre la rectoría versus el ministerio- es que seguimos jodidos y si no elevamos la calidad educativa, el horizonte nacional se vislumbra muy opaco.