Reserva Marina Sandy Bay West End en Roatán

En 1969, según los registros portuarios disponibles, alrededor de 900 turistas visitaron Roatán. Ya en 1992 el número era hasta 17,000. Hoy, el número de los turistas que visitan estas islas alcanza anualmente más de 350 mil. Los residentes de las Islas de la Bahía han cuidado los recursos naturales en sus costas por muchas décadas, especialmente los arrecifes coralinos, considerados los segundos de más importancia a nivel mundial. Igual que hace más de 50 años, además de tener gran importancia biológica, los arrecifes de Roatán ahora son la atracción ecoturística principal de la isla.

Los vuelos directos del norte de América y de Europa así como un número creciente de barcos cruceros, incrementa cada año el número de los turistas. La preocupación cada vez mayor por el futuro de la barrera coralina y la vida de los mismos habitantes locales, impulsó a miembros de la comunidad isleña para tomar acciones. En 1988, la comunidad se unió y propuso la creación de una reserva marina manejada para proteger el litoral y los hábitats marinos en las aguas adyacentes. En abril de 1989, la reserva marina de la bahía fue declarada oficialmente. La reserva original abarcó un área de cerca de 6 kilómetros entre la Roca de Lawson y la Ensenada de Gibson. En 1992, la Asociación de la Conservación de las Islas de la Bahía (BICA- Bay Islands Conservation Association) fue delegada para supervisar la administración y el manejo sostenible de la reserva.

En septiembre de 1993, las comunidades del extremo oeste y la bahía del oeste acordaron ampliar la reserva de la Ensenada de Gibson hasta el final alrededor a la extremidad occidental de la isla, un área conocida como Key Hole en el lado del sur. Abarca actualmente 13 kilómetros de filones de arrecifes coralinos del litoral a una profundidad de 60 metros. Más recientemente, debido al crecimiento desordenado de las construcciones marinas, la pesca excesiva, un creciente turismo de buceo y muchas edificaciones urbanísticas, en la zona de la reserva, ha preocupado a los ambientalistas. En un esfuerzo de colaboración con el objetivo de abordar algunos de estos problemas, se han unido científicos, voluntarios ambientalistas, empresarios y algunas autoridades nacionales y locales. Desde que esta iniciativa comenzó en enero de 2005, ha habido un aumento substancial en el número de las especies marinas, especialmente langostas observadas en el filón de arrecife y una disminución sensible de la cantidad de escalfado ilegal y de pesca con arpón.

En 2005, un grupo de individuos y empresarios privados preocupados por el deterioro de los recursos marino costeros de la Reserva Marina Sandy Bay – West End formaron la Asociación de Amigos del Parque Marino de Roatán (AARMP). El filón coralino que rodea Roatán es una extensión de la barrera arrecifal de Mesoamérica, el segundo sistema más grande en el planeta, que se extiende desde el norte de la península de Yucatán en México hasta las Islas de la Bahía de Honduras. Los bosques del mangle juegan un papel primordial en los ecosistemas costeros como ya que son el hábitat para una gran variedad de organismos.

Los habitantes del bosque del mangle incluyen los crustáceos, moluscos, los pájaros, pescados, reptiles, tanto especies jóvenes como adultos, migratorios y residentes. Se siguen haciendo proyectos que contaminan y provocan daños en el principal atractivo: los arrecifes. Se hacen playas artificiales, donde nunca han existido, se destruyen los manglares y los pastos marinos, matando el futuro de los arrecifes y con ello amenazan seriamente el turismo para los años venideros, lo mismo que otros atractivos como el buceo y la pesca, por lo que se hace un llamado a las autoridades del gobierno del presidente Juan Orlando Hernández, para que intensifiquen en las Islas de la Bahía, que inspeccionen, supervisen para detectar todos los problemas que se presentan. Este manejo, desarrollo, cuidado, protección, las investigaciones, la educación ambiental son actividades caras, pero con la nueva Ley Forestal, de Vida Silvestre y Áreas Protegidas se tienen mayores oportunidades. Una de ellas es el fortalecimiento del Fondo Nacional para Áreas Protegidas, que cuenta con un financiamiento millonario exclusivo para los parques nacionales y todos los sitios protegidos, especialmente donde existen organizaciones de la sociedad civil comprometidas en su protección.

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