Premio periodístico

Por: Armando Cerrato

armando-cerratoEl 25 de mayo de 1830, vio La luz pública por primera vez el diario oficial del gobierno de Honduras, La Gaceta  dando a conocer el contenido de la Proclama de las Vueltas del Ocote, que ponía fin sin disparar un tiro a un alzamiento armado en el departamento de Olancho contra el general José Francisco Morazán Quezada.

El 25 de mayo de 1930, cien años después, el presidente Vicente Mejía Colindres, decretaba ese Día como el del Periodista Hondureño, dándole así un reconocimiento extraordinario a los historiadores parciales diarios de los principales acontecimientos de la vida en sociedad  haciendo uso de la comunicación social masiva.

El 25 de mayo de 2014; 84 años después, el benemérito Colegio de Periodistas de Honduras (CPH), entregó su premio “Alvaro Contreras” a la licenciada en periodismo Marlene Perdomo de Zelaya, fundadora y directora de Proceso Digital, un diario cibernético confeccionado conforme a los avances tecnológicos de hoy en día.

Tanto La Gaceta como Proceso Digital marcan un hito en la historia del periodismo nacional siempre de cara al desarrollo de la sociedad políticamente organizada de la nación en el caso del diario oficial y de una red de interés general en lo informativo, interpretativo y de opinión para todos aquellos habitantes del mundo que además de manejar tecnología tienen posibilidades económicas para ver a diario en internet la más reciente y palpitante información de Honduras, en el caso del diario digital.

Al visionario estadista y gran soldado, paladín de la Unión Centroamericana y uno de los más conspicuos autodidactas del mundo, general José Francisco Morazán Quezada, lo conocí tarde en el tiempo en las clases de historia en la escuela primaria urbana de varones Lempira, en Comayagüela y sus hazañas y actuar en la vida política del istmo centroamericano calaron hondo en mi ser ciudadano y más en mi ser periodístico, al saber que fue quien introdujo la imprenta a nuestro país en 1829 contratando dos impresores nicaragüenses para iniciar con ello toda una escuela en el ramo de las artes gráficas.

A Marlene Perdomo la conocí en la Escuela de Periodismo de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras donde compartimos momentos difíciles, agradables y de gran sublimidad en el desempeño de nuestras labores docentes a lo largo de muchos años, sin llegar a los roces malévolos y muchas veces producto de la envidia que usualmente se dan en el claustro de profesores, donde algunos y algunas se creen los propietarios del hoy departamento de Comunicación y la carrera de periodismo, lo que impide el cambio, el desarrollo y el avance de la misma hacia estadios de modernismo y futurismo, incluso en el uso de tecnología de punta.
Dadas serias limitaciones físicas que estoy en proceso de superar hasta donde sea posible, me fue imposible dar a Marlene mis felicitaciones el día y en el sitio en que se le rindió homenaje, por lo que escribo estas líneas en reconocimiento a su carácter impulsivo y emprendedor siempre en aras de la superación personal.

Firme de carácter, sabiendo siempre lo que quiere y luchando por ello sin hacerle daño a nadie, Marlene con la sabia inteligencia que da el transcurso de la vida compartió el premio con su familia de sangre y afinidad y su familia profesional: todos los compañeros de todos los departamentos que hacen a diario Proceso Digital.

Acostumbrada a decir quién es, para que nadie diga lo que no es, presentó a los invitados a su homenaje un vídeo logrado a lo largo de su floreciente existencia, como muestra de su amor a lo tecnológico, a lo moderno, a lo que se muestra en el futuro como una huella imborrable del paso de una persona por la vida, al menos en sus momentos más importantes y de relevancia social.

Marlen es poseedora de un enorme don de gentes y un gran espíritu de sociabilidad, en nuestras brevísimas tertulias entre clases en la Escuela de Periodismo, siempre compartimos sueños en torno a nuestra carrera y sus egresados, sueños que nunca fueron realidad, al retirarnos ambos de la fase educativa por cuestiones de tiempo de servicio y salud y con la enorme satisfacción de haber orientado y enseñado periodismo a varias generaciones de comunicadores que hoy son los que mantienen vigente la información en diversos medios, reconociendo el haber aprendido bajo nuestra tutela hasta llegar a ser colegas en virtud del título obtenido.

*Licenciado en Periodismo