Por Noé Pineda Portillo
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Viajando por ciudad Guatemala, ciudad a la que hemos visitado varias veces, pero nunca se nos ocurrió como en esta vez, buscar el parque Morazán del que habla la gente o el pueblo pueblo como dicen algunos. Resulta que estando en el centro de la ciudad, en la zona uno, viajando hacia el norte nos encontramos con el parque La Concordia, después sigue el Parque Central de la Independencia de Centroamérica, pues allí se encuentra la placa donde dice que en ese lugar se firmó el Acta del 15 de Septiembre de 1821, después está el parque San Sebastián donde además de haber bancas de descanso para la gente que lo visita, está una cancha de basquetbol para los colegiales. Siguiendo nuestro recorrido en la misma orientación norte, nos encontramos con el parque Jocotenango (según la placa en una esquina del parque), pero que el pueblo le llama Parque Morazán. El parque está bien arbolado y se ven algunos pájaros comunes como zanates, palomas de bosque y de castilla, zorzales, arroceros y otros; también se ve visitado por algunas personas.
Preguntamos a varios por qué tenía esos nombres tan distintos dicho parque y nadie supo dar respuesta. Consultando a Wikipedia sabemos que Jocotán es el nombre de un municipio del departamento Sacatepéquez de la república de Guatemala, muy cerca de Antigua que se ubica en el centro del país, que cuenta con 20,000 habitantes y tiene como atractivo turístico ser zona montañosa con clima templado y una gran tradición cultural indígena y española, cuenta con tres museos: Museo Casa K´ojom, Museo de Música Indígena y Museo del Café, pues remarca el tradicional cultivo del café. También es cuna de personajes importantes como el cantante internacional Ricardo Arjona.
En cambio, Francisco Morazán no es ningún desconocido para los pueblos centroamericanos, aunque aún tenga sus adversarios. Sin embargo, es la historia como juez supremo que tiene la última palabra. No obstante, como hondureños, tenemos el deber ineludible se seguir su noble ideal y resaltar su figura donde siempre se pueda.
Para atestiguar tal nombre popular del Parque Morazán, se erigió allí una estatua del Paladín Centroamericano en 1983, por un grupo de damas hondureñas guatemaltecas en colaboración con la Embajada de Honduras en Guatemala y con la ayuda de la Asociación de Prensa Hondureña (APH), dirigida por la dinámica lideresa, en ese entonces, periodista Magda Argentina Erazo Galo. La placa borrosa y apenas legible dice: “General Francisco Morazán. Presidente República de Centroamérica (1828-1834). Tegucigalpa, Honduras, 1792 + San José de Costa, 15 septiembre 1821. Gloria a su ideal centroamericano. Asociación de Damas Hondureñas residentes en Guatemala. Marta Erazo Galo de Mazariegos (Presidenta), agregada cultural de la Embajada de Honduras María Antonieta Somoza. Asociación de Prensa Hondureña. Presidenta: Magda A. Erazo Galo. Guatemala, 3 de octubre, 1983. Escultor Obed Valladares.
En este sentido, hacemos la sugerencia al Instituto Morazánico y también puede colaborar la Academia Hondureña de Geografía e Historia y la embajada hondureña para reconstruir dicha placa, lo mismo que la estatua de Morazán, pues desafortunadamente, los hechores sin mayor oficio, le han puesto un bigote encaracolado estilo Juan Ramón Molina que habrá que quitárselo dándole una mejor presentación.