La indiferencia de la mayoría de los hondureños y la cultura ha obligado a los hospitales públicos a tener pocas reservas de pintas de sangre, lo que es peligroso ya que se corre el riesgo de pérdidas de vidas humanas por tal situación.
Ana Treasure, representante de la Organización Mundial de la Salud (OMS) en Honduras, explicó que la indiferencia ha ocasionado que las estadísticas de donantes de sangre bajen de un 17% a un 15% que se está dando en la actualidad.
“La mayoría de la sangre que entra a los hospitales públicos es sangre de reposición, lo que significa que es dada por familiares que tienen un paciente en el hospital”.
“Queremos que haya una cultura de donación de sangre en los hondureños y que los bancos estén bien abastecidos para poder cumplir la demanda en caso de una emergencia”.
Por su parte, Elizabeth Vinelli, de la Cruz Roja Hondureña, amplió que los hondureños deben colaborar para que los hospitales tengan este líquido que es vital en caso de un accidente y donde se requiera la donación.