A pesar de la difícil situación económica que atraviesa Honduras, en el Registro Nacional de las Personas se han recetado jugosos aumentos salariales.
Según denuncias del sindicato de la institución, un selecto grupo de empleados han recibido incrementos que fluctúan entre dos mil a diez mil lempiras.
Se estima que uno de los beneficiados recibió tres aumentos en un año, lo que refleja la desigualdad con la que son tratados los burócratas del ente.
Según el informe, presentado por los trabajadores inconformes, otro de los favorecidos gana diez mil lempiras más de lo aprobado en su plaza.
En total son diez los jornaleros que han recibido ampliaciones en sus emolumentos de forma irregular.
Los denunciantes, argumentan que la situación se da por la afinidad política no por méritos profesionales, razón de su malestar.
Las prebendas fueron autorizadas por el exdirector de la estatal, Jorge Arturo Reina, el 14 de mayo, último día en sus funciones.
El subdirector, Gerardo Martínez, legalizó los incrementos, justificando que son parte de la reclasificación de los puestos.