Se ha preguntado alguna vez ¿A dónde van a parar los celulares que la Policía decomisa en sus operativos?
Muchas personas especulan que los elementos de la Policía se quedan con ellos para su uso personal o que los venden.
Lo cierto es que cuando se decomisan celulares se realiza un procedimiento que establece la ley, los mismos son embalados por los agentes (empacados) y se realiza una cadena de custodia.
Los decomisos son realizados en casas particulares, en negocios considerados “topes” y en la calle, caso siempre a los ladrones capturados “in fraganti” e incluso muchos se incautan en las diferentes penitenciarías del país.
Según la ley, todos los aparatos posteriormente son remitidos a la Ministerio Público y si hay personas detenidas, son utilizados como pruebas en la comisión del delito en procesos que se llevan en los Juzgados de los Penal.
Otros únicamente son utilizados para tomar información de sus vaciados telefónicos y luego pasan al almacén de evidencias, la minoría son reclamados por sus propietarios y otros permanecen por mucho tiempo en los almacenes de evidencias.
Esos teléfonos son declarados en comiso y pasan a ser parte del Estado, donde el juzgado de ejecución realiza un procedimiento, algunos se pierden o son asignados a diferentes instituciones.
Casi diariamente la Policía a través de la Dirección Nacional de Investigación Criminal (DNIC) realiza operativos para recuperar celulares robados.
Cabe señalar que en Honduras muchas personas pierden la vida por oponerse a entregar un teléfono celular, situación que en los últimos años ha ido en ascenso.
Es por ello que recientemente el gobierno tomó la decisión de aplicar el proyecto de la Lista Negra, el cual tiene como objetivo deshabilitar los teléfonos celulares reportados como robados, a través del bloqueo del código IMEI.
CIFRAS
En las oficinas de la DNIC diariamente se reciben más de 30 denuncias por robo de celulares, es decir, unas 150 a la semana, lo mismo ocurre en la Fiscalía de Delitos Comunes del Ministerio Público, donde a diario se registra entre 20 y 30 denuncias por robo de esos aparatos, solo en Tegucigalpa.
Las personas compran mucho celular robado
El fiscal especial de Delitos Comunes, Ricardo Antonio Castro, declaró que muchas personas no llegan a la Fiscalía a reclamar los teléfonos que se encuentran en los almacenes de evidencias.
De igual forma aclaró que es difícil que un policía o un fiscal se pueda robar un celular, porque existe una garantía de autenticidad y la cadena de custodia para evitar que eso suceda.
“Una vez que se decomisa un celular, si hay una cadena de custodio, no debería existir la posibilidad de que se pierdan los aparatos, para eso es la garantía de autenticidad, que es la cadena de custodia, para que no se pierdan los celulares y que lleguen definitivamente a las personas que son sus propietarios”, apuntó el fiscal.
El funcionario judicial comentó que muchas personas no acreditan ser los dueños de los celulares, debido a que compran mucho celular robado en la calle y prefieren perderlos, porque sabe que es de procedencia dudosa y tiene miedo que se le siga una investigación por algún delito.