VILLANUEVA, Cortés. Un incendio consumió la Distribuidora Istmania que hace dos años había quedado en cenizas por otro hecho similar, según informaron autoridades competentes.
El siniestro comenzó a eso de las 9:30 de la noche del jueves anterior, por lo que transeúntes rápidamente alertaron al Cuerpo de Bomberos de esta jurisdicción, cuyos socorristas se desplazaron en varias unidades.
Al llegar se percataron que en el incendio era mayor de lo que imaginaban, pues las llamas ya habían convertido gran parte de la bodega en ceniza y amenazaban con expandirse a otras instalaciones.
Ante esa situación, mientras unos trataban de controlar las llamas, otros pedían ayuda a sus compañeros de San Pedro Sula, Potrerillos y Choloma, Cortés.
El personal de la empresa también se apersonó para intentar ayudar a los bomberos, pues las llamas amenazaban con acabar por completo su sitio de trabajo.
Pese a su intervención y a la de los apagafuegos, se registraron pérdidas millonarias, confirmó uno de los miembros del cuerpo bomberil que prefirió no identificarse.
Recordó que eran las 12:00 de la noche y las llamas continuaban, debido al alcohol que había almacenado en el local, pero que finalmente lograron extinguirlas, sin que consumieran bodegas aledañas y una maquila que está a poca distancia.
Comentó que una de las hipótesis sobre el origen del fuego, es que habría iniciado luego de un cortocircuito generado por el recalentamiento de uno de los aparatos que tenían en el local y que produjo una explosión, debido a que en él mantenían papelería y distintas sustancias inflamables como acetona y alcohol.
Recordó que esta es la segunda ocasión que esa distribuidora acaba en cenizas, ya que hace unos dos años fue arrasada por un siniestro similar.