CIUDAD del Vaticano (EFE). – El papa Francisco denunció la corrupción en políticos, empresarios y eclesiásticos y aseguró que son siempre los pobres quienes pagan sus consecuencias, durante la homilía de la misa que cada mañana celebra en su residencia, la Casa Santa Marta.
«En los periódicos leemos muchas veces historias de políticos que llevan ante los tribunales porque se habían enriquecido milagrosamente, y lo mismo del jefe de una empresa que se enriquecía explotando a sus trabajadores, o del prelado que se ha enriquecido demasiado dejando de lado sus deberes pastorales para ocuparse de su poder», explicó el papa.
Bergoglio volvió ayer a retomar el tema de la corrupción, uno de los más utilizados en sus homilías matutinas, y hoy se inspiró en la historia que se narra en el Antiguo Testamento sobre Nabot, asesinado por no querer ceder parte de su viñedo.
«Hay corruptos en la política, corruptos en los negocios y corruptos eclesiásticos. Están por todas partes. La verdad es que la corrupción es un pecado fácil de cometer para quienes tienen autoridad sobre los demás», agregó.
Después el papa formuló a los presentes la pregunta de quién paga por la corrupción, y respondió que «son siempre los pobres, materiales y espirituales».