SANAA tiene “botados” nueve pozos construidos desde el 2007

COMAYAGÜELA. Mientras los capitalinos mueren de sed, las autoridades esconden un fracasado proyecto que generaría agua para decenas de colonias.

Entre la maleza permanecen los acuíferos que ya son del SANAA.
Entre la maleza permanecen los acuíferos que ya son del SANAA.

A pesar que los racionamientos arrecian y las represas tocan fondo por falta de agua en la capital, desde hace más de seis años permanece botado un proyecto de nueve pozos que fueron perforados al noreste de Comayagüela, valorados en más 250 millones de lempiras.

Mediante una minuciosa investigación, LA TRIBUNA certificó la existencia de los pozos en las zonas identificadas como Guacerique, Pinto, Aceitunos, Horcones y Quiebramontes, todas entre Las Tapias y Mateo.

No obstante, a pesar que tienen las bombas de extracción y bombeo de agua, el sistema eléctrico completo, las casetas y las tuberías el sistema no funciona desde el 2009. Cuando el Servicio Autónomo Nacional de Acueductos y Alcantarillados (SANAA) dejó de pagar por el servicio.

El contrato para la licitación del proyecto, según certificó LA TRIBUNA, se aprobó mediante el decreto 113-2004, que sirvió para adquirir el préstamo 1650, suscrito el 30 de junio de 2004 con el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE).

Fue así que nombraron al proyecto Estructuras Productoras y Suministro de Aguas Subterráneas para el Acueducto de Tegucigalpa (EPAS), con un aporte del BCIE de 13,600,000 de dólares.

Mientras que el Estado de Honduras puso una contraparte de 248,740.4 dólares, ejecutándose por un total de 13,848,740.4 millones de dólares, es decir más de 250 millones de lempiras.

ZONAS MÁS POBRES

Desde hace varios años están votados los pozos.
Desde hace varios años están votados los pozos.

La intención de los organismos de cooperación internacional era darle agua a las poblaciones que emigraron de las zonas afectadas por el huracán Mitch y que se ubicaron en nuevos asentamientos, como las colonias Nueva Capital, José Ángel Ulloa, Fuerzas Unidas y otras.

La obra fue adjudicada a la empresa española Energy Solutions, S.A. de C.V. (ENSSA) mediante el decreto legislativo No. 379-2005, publicado en el diario oficial La Gaceta el 8 de febrero del 2006.

Para la ejecución de la obra el SANAA, celebró el contrato DL-433-2004 de promesa de compraventa de EPAS, incluyendo sus terrenos, obras accesorias y explotación temporal de las mismas.

A la vez el denominado contrato DL 331-2005 de explotación de estructuras productoras de aguas subterráneas y obras accesorias que establece los derechos y obligaciones de las partes.

Sin embargo, el problema se generó cuando las autoridades del SANAA se negaron a cumplir con el pago de explotación, aduciendo incumplimiento en el contrato, una mala calidad del agua y precios muy elevados de metros cúbicos por segundo.

NO QUISIERON PAGAR

Este expediente de la CCIT muestra el fallo a favor de Energy Solutions.
Este expediente de la CCIT muestra el fallo a favor de Energy Solutions.

De acuerdo a los registros de las demandas, el exgerente ya extinto del SANAA, Jorge Méndez, en agosto del año 2007 acusó de recibido la obra para solicitar los fondos del BCIE, no obstante el caso se ventiló al Centro de Conciliación y Arbitraje de la Cámara de Comercio e Industrias de Tegucigalpa (CCIT).

Los nombrados para llevar el proceso legal emitieron un laudo arbitral, condenando al SANAA a pagar 22,893,185.17 lempiras, no obstante el caso llegó hasta los Juzgados de Letras Civil de Francisco Morazán, donde también fue resuelto a favor de Energy Solutions, S.A. de C.V.

Y a pesar que el caso fue resuelto en el 2012 y que el SANAA cuenta con esos afluentes con capacidad de 227 litros por segundo de agua, nunca han funcionado y permanecen ocultos al pie del cerro El Mogote donde se construyeron. (YB)

UNA SERIE DE ACTOS DE CORRUPCIÓN
En mayo del 2008 se anunció la puesta en funcionamiento de los pozos, produciendo 227 litros de agua potable por segundo, es decir entre 20 y 30 mil metros cúbicos de agua por día, pero solo funcionó como un año y desde el 2009 no se volvieron a encender las bombas.

Según las personas ligadas al proyecto, detrás de ello existen una serie de actos de corrupción que hicieron que fracasara, pues cuenta con 14 kilómetros de línea de conducción y cuatro de línea eléctrica con un equipo muy moderno y un tanque de recepción.