El gobierno prefiere que baje el consumo de combustible aunque esto signifique una reducción significativa de sus ingresos tributarios provenientes de ese rubro, dijo el ministro de Finanzas, Wilfredo Cerrato.
“A mayor consumo de combustibles, mayor ingreso de impuestos, sin embargo, es mejor que haya un menor consumo, porque si hay un mayor consumo se necesitan más divisas para financiar esas compras y se cae en la devaluación”, recalcó el funcionario.
Por cada galón de combustible vendido en el país, el gobierno percibe más de 25 lempiras convirtiéndose en el impuesto más alto que pagan los hondureños en este momento.
“Por los momentos estamos contentos porque a pesar de que se nos ha bajado la recaudación tributaria de impuesto y combustibles, lo vemos con buenos ojos”.
El galón de gasolina superior rebasó los 106 lempiras lo que ha obligado a muchos conductores a dejar sus vehículos en casa y tomar transporte público, según asociaciones de defensa del consumidor.