Las menores de edad recluidas en el Centro de rehabilitación Sagrado Corazón, ubicado en Támara, zona central de Honduras, protagonizaron este jueves, un amotinamiento para exigir se les permitiera ver a sus familiares.
Las jóvenes, que purgan penas por su participación en varios ilícitos, realizaron actos vandálicos para llamar la atención de los centinelas del reclusorio infantil.
Las autoridades, se vieron en la obligación de separar a los adolescentes trasladándolas a otros cubículos para controlar los disturbios.
Los padres de familia, llegaron al lugar para asegurar que sus hijas se encontraban fuera de peligro; donde se les permitió pequeñas visitas de cinco minutos.
La noche del miércoles, más de 114 infantes del Centro de Rehabilitación Renacer, intentaron fugarse.
La Policía Nacional y el Ejército del país, resguardan el lugar para evitar fugas y futuras insurrecciones.
La crisis, se ha intensificado luego que su director fuera detenido el pasado 30 de mayo por supuestos actos de tortura.