Hasta niños tiernos hay en albergues

Encerrados en grandes “corralones” divididos con malla ciclón y teniendo a su alrededor solo a desconocidos, mayormente agentes de la Patrulla Fronteriza, pasan los días decenas de niños migrantes en los albergues temporales habilitados en ciudades de Estados Unidos.

Cientos de menores migrantes, la mayoría “catrachos”, se encuentran albergados en albergues de Estados Unidos.
Cientos de menores migrantes, la mayoría “catrachos”, se encuentran albergados en albergues de Estados Unidos.

A pesar que tienen ciertas comodidades, como alimentación, vestuario e inclusive un lugar seguro donde pasar la noche, la mayoría se encuentran angustiados y se sienten solos, más aún cuando no saben qué les depara el destino.

La mayor parte son de Guatemala, El Salvador y Honduras, quienes salieron de sus “terruños” en busca de mejores oportunidades o para reencontrarse con sus padres que viven en la gran nación del norte.

El camino para llegar no fue fácil, según el relato de muchos, pero tienen la esperanza de poder quedarse en ese país y no regresar a Honduras, donde viven en condiciones de pobreza e inseguridad.

A su alrededor hay varios hombres y mujeres vestidos de verde; son los efectivos de la Patrulla Fronteriza que se encargan de brindarles atención, mientras permanecen en esos centros.

Los pequeños duermen “apiñados” en los refugios, en los cuales también tienen alimentación.
Los pequeños duermen “apiñados” en los refugios, en los cuales también tienen alimentación.

En los estados de Texas y Arizona, en Estados Unidos, existen cientos de albergues para niños centroamericanos que a diario están llegando a esa nación y que son detenidos en su intento.

Tras su captura son llevados a esos albergues, en los que permanecen hasta que las autoridades estadounidenses toman la decisión de qué hacer con ellos, previo a un proceso migratorio.

El pasado miércoles varios periodistas tuvieron la oportunidad de ingresar a uno de los albergues de Arizona, donde se pudo constatar, la triste realidad que atraviesan esos pequeños emigrantes.

Muchos de los menores, tras realizar todo el papeleo de Migración, son retornados hacia sus países, mientras que otros tienen la fortuna de quedarse junto a sus padres u otros familiares que viven en Estados Unidos y que los reclaman.

“COYOTES” LOS LLEVAN

En los últimos días, el flagelo de la migración infantil hacia Estados Unidos ha empeorado, debido a que los albergues provisionales se encuentran repletos de niños indocumentados, especialmente de Honduras.

Los agentes de la Patrulla Fronteriza se encargan de brindarles las atenciones a los menores.
Los agentes de la Patrulla Fronteriza se encargan de brindarles las atenciones a los menores.

Gran parte de ellos viajaron sin la compañía de un adulto y un pequeño porcentaje llegó junto a su mamá, su papá u otro familiar e inclusive con traficantes de personas, mejor conocidos como “coyotes o polleros” que los dejan abandonados.

Los traficantes de personas cobran arriba de los cinco mil dólares a cada migrante y en muchos de los casos piden la mitad del dinero antes de salir de Honduras y el resto una vez que la persona esté en suelo estadounidense.

Muchos migrantes que son detenidos por las autoridades migratorias de México y de los Estados Unidos, ofrecen reportes sobre los vejámenes de que son objeto por parte de bandas del crimen organizado.

Se conoció que muchos de ellos son secuestrados en los trenes por integrantes de pandillas u otros grupos del crimen organizado y al llegar a determinado territorio, los venden a otras bandas de proxenetas o traficantes de órganos.

La mayoría de las personas que pasan por esa situación son mujeres, adolescentes y en muchos casos niños, debido a que son los grupos más vulnerables en la ruta del migrante y que jamás se vuelve a saber de ellos.

ALGUNOS SON SECUESTRADOS

Entre el grupo de menores hay incluso algunos que no pueden ni siquiera caminar y que se fueron junto a sus madres adolescentes.
Entre el grupo de menores hay incluso algunos que no pueden ni siquiera caminar y que se fueron junto a sus madres adolescentes.

De acuerdo al Informe de Amnistía Internacional, denominado Víctimas Invisibles Migrantes en Movimiento en México cada año, miles de migrantes son secuestrados, amenazados o agredidos por miembros de bandas delictivas.

La extorsión y la violencia sexual son generalizadas, y muchos migrantes desaparecen o son asesinados. Pocos de estos abusos se denuncian y, en la mayoría de los casos, los responsables no rinden cuentas.

Los casos expuestos en ese informe muestran que las autoridades federales y estatales de México están frecuentemente implicadas, en cierta medida, en los abusos contra migrantes.

La persistente implicación y el hecho de que no se aborden los abusos generalizados cometidos por agentes no estatales contra migrantes constituyen un incumplimiento de la obligación legal de México de ejercer la diligencia debida y respetar, proteger y hacer realidad los derechos humanos.