En los pocos días que tiene la selección nacional de Honduras en la ciudad de Porto Feliz, Brasil, los pobladores de la turística localidad han sido grandes anfitriones y le han brindado mucho cariño a los catrachos.
El primer homenaje recibido por los hondureños fue a su llegada, donde al ritmo de la Capoeira los futbolistas bailaron.
Y hoy antes de abandonar su cuartel de concentración y partir con rumbo a Manaos, donde jugará este miércoles ante Suiza, la bicolor recibió una visita especial, un grupo de niños y jóvenes especiales, acompañados por voluntarios, llegaron a desearle suerte a los catrachos en su siguiente compromiso.
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