TLC CON CANADÁ

arquero33CANADÁ siempre se ha mantenido próximo a Honduras. Sin hacer tanto aspaviento, con una actitud callada y de respeto hacia el país, sin condicionamientos, regaños o castigos en las relaciones bilaterales, cooperando sin exigir nada a cambio, los gobiernos canadienses nos han apoyado en distintos emprendimientos. Canadá ayudó mucho cuando nos azotó el mortal huracán aquel que destruyó gran parte de la geografía nacional. Nos acompañaron para conseguir respaldo de la comunidad internacional y obtener el financiamiento que demandaba la puesta en marcha del Plan de Reconstrucción y Transformación Nacional. Estuvieron presentes en todos los consejos consultivos y, en varias ocasiones, presidieron el grupo de embajadores y de representantes de organismos internacionales –creado por el gobierno de aquel entonces, como grupo de buenos oficios para servir de soporte nacional–, conocido como el G-16.

Fueron solidarios con Honduras durante los escabrosos momentos de la crisis política. Estuvieron presentes, mediando en la negociación del acuerdo Tegucigalpa-San José que, al final, fue decisivo para legitimar las elecciones y obtener el respaldo a las mismas de varios gobiernos incluyendo a los Estados Unidos. Los canadienses estuvieron presentes, ofreciendo consejo, queriendo la solución de la crisis. No como otros que pretendían que se profundizara. De los más entusiastas en la OEA para que Honduras pudiera retornar a la organización, cuando otros gobiernos se dieron a la ingrata tarea de poner tecolillas. Los diplomáticos canadienses no han sido altaneros. Integraron como observadores la Comisión de la Verdad. Nosotros recordamos con cariño la III  Cumbre de las Américas, realizada en Quebec, donde los anfitriones fueron espléndidos con nuestro país.

Lo anterior como introducción a este otro tema. El gobierno canadiense acaba de anunciar que ha concluido su proceso de aprobación interna del TLC suscrito con Honduras a finales del 2013. El acuerdo entrará en vigencia en octubre de este año. El tratado de libre comercio con Canadá abre las puertas a un mercado de 35 millones de consumidores de alto ingreso. Viene en el momento cuando el país más requiere impulsar sus exportaciones y atraer la inversión externa. Ya hay varios inversionistas canadienses que han manifestado su interés en el país, a la luz de las oportunidades que brinda este tratado. Honduras ya tiene tratados de libre comercio con los Estados Unidos, con México, recientemente con la Unión Europea, y con varios países suramericanos. El horizonte es claro, con la vigencia de todos estos tratados de libre comercio. Al país ingresarán artículos de otros países libres de pagar los aranceles lo que permite también el acceso libre de la producción hondureña a sus mercados.

Es para que se comprenda lo ilógico de esa política estúpida –tramada por aquella Inquisición que metieron en la administración anterior, para perseguir herejes que crean fuentes de trabajo y, de paso, quitar las exoneraciones– de querer gravar las materias primas que se introducen al país, necesarias para la producción nacional. Si los productos terminados entran libres de gravámenes, con mayor razón para que también así sea para las materias primas y las esencialidades. El Tratado de Libre Comercio con Canadá es un factor –en el que este gobierno ha venido trabajando– que esperamos ayude a la reactivación de la economía nacional.