Revisar legislación, sugerir reformas y emisión de leyes

Por: Israel C. Turcios Rodríguez

israel-70En 1904 el entonces presidente constitucional de la República, general Manuel Bonilla Chirinos, nombró una comisión integrada por los más conspicuos abogados de su época, para que estudiaran y analizaran la legislación positiva e hicieran los proyectos de reforma y de emisión de nuevas leyes, de acuerdo a los intereses de la sociedad hondureña en aquellos años.

La comisión cumplió su cometido y presentó al presidente de la República los proyectos de reformas de algunos códigos emitidos por el presidente de la República doctor Marco Aurelio Soto en 1882 y durante la denominada Reforma Liberal. En 1906, y mediante procedimientos parlamentarios, fue promulgada la nueva legislación, y en la actualidad hay algunos códigos, que a pesar de sus diversas reformas, constituyen un paradigma.

Ahora y después de un siglo de vigencia, se hace necesario e imprescindible revisar nuestra legislación positiva, reformar y emitir nuevos códigos que se pongan a la altura del desarrollo político, económico y social de la República.

El artículo 205 de la Constitución de la República le confiere atribuciones al Congreso Nacional, de crear, decretar, interpretar, reformar y derogar leyes y el artículo 245, inciso 9 del mismo cuerpo legal, confiere al presidente de la República, facultades para presentar proyectos de leyes por medio de los secretarios de Estado. Sería deseable que por cualquiera de estas vías, se lleva a cabo una revisión de la legislación positiva, con sus reformas y emitiendo leyes a fin de que haya una innovación en el campo jurídico, siendo:

1)  Reformar la Ley del Ministerio Público y el Código de Procedimientos Penales, a manera que los ciudadanos mediante el procedimiento que establece la ley, puedan ejercitar la acción penal directamente, ante los jueces de Paz y de Letras y así darle vida a los abogados penalistas y evitar de alguna manera, la impunidad de algunos delitos; 2) Reformar el Instituto de la Propiedad, que se ha convertido en una “laguna” y retornarlo a la Corte Suprema de Justicia o concesionarlo con la Cámara de Comercio e Industria de Tegucigalpa, y donde se encuentran los registros mercantiles y se  desarrollan con mucho éxito; 3) Reformar el artículo 238 de la  Constitución de la República, agregando: 1.  Ser hondureño por nacimiento e hijo de padre y madre hondureños por nacimiento; inciso 5 poseer un título universitario y estar debidamente colegiado; 4) Restituir la jefatura del jefe de las Fuerzas Armadas de Honduras y con los requisitos anteriores; 5) Establecer de  inmediato el Servicio Militar Obligatorio y por un período de dos años, pudiendo continuar si lo desea el que haya cumplido con este deber patriótico; 6) Establecer la Policía Forestal, encargada de cuidar los recursos naturales, debidamente uniformados y adscrita al Ministerio de Defensa; 7) Militarizar de inmediato los centros penales; 8) Crear el Ministerio de Cooperativismo y controlar las actuales mediante disposiciones consignadas en la misma ley; 9) Reformar el artículo 198 de la Constitución Política de la República agregándole los incisos: 6) Poseer un título a nivel universitario y estar debidamente colegiado y 7) No podrá ser reelecto por más de dos períodos consecutivos; 10) Reformar el artículo 27 de la Ley de Municipalidades y agregar inciso 4) Poseer como mínimo un título a nivel de secundario; y 5) Solamente podrán ser reelectos por dos períodos en forma sucesiva; 11) establecer la Cámara del Senado; y 12) Crear un Tribunal Militar con jurisdicción nacional, con competencia penal y con las facultades que le de la ley correspondiente.

El hecho de restringir los períodos de reelección tanto de diputados como de los alcaldes municipales, tienen su razón de ser, en primer lugar darle oportunidad a las nuevas generaciones, posiblemente tengan más cultura, experiencia y un panorama de la sociedad y de un mundo cambiante, y además evitar que con el mismo dinero que pagan los ciudadanos en su impuesto sea invertido en campañas políticas, pues los que han estado en varios períodos han acumulado muchos recursos financieros, y tienen grupos de secuaces a su disposición desde sus inicios en la política vernácula. Por otra parte, la persona que posee un título universitario deviene obligado de comportarse ante la sociedad, con ética, principios y valores. Y de esta manera estimamos haber contribuido en forma modesta, con ideas para la bienandanza de la República de Honduras.