3,500 niños hondureños retornados en 2014

Por Antonio Martín

ANTONIO_MARTINComo queriendo agrandar el 19 departamento de Honduras, muchos niños hondureños se encuentran en USA, requeridos por su padres. Pero entre los meses de enero y mayo del año 2014 unos 3,500 niños han sido retornados a Honduras, procedentes de Guatemala, México y Estados Unidos, informó el director ejecutivo del Instituto Hondureño de la Niñez y la Familia –INHFA- Arturo Morales. Como si esto fuera poco, el presidente  de los Estados Unidos, Barack Obama, pidió al Congreso que le permita acelerar aún más la deportación de todos los niños centroamericanos que lleguen a la frontera, destinando $2,000 millones más para solucionar esta crisis de carácter humano.

La cifra de niños que abandonan sus hogares es inhumanamente alarmante y refleja un grave problema social, dijo bastante preocupado el funcionario de INHFA, ya que la suma de niños retornados durante el año 2012 fue de 1,832 y en el año 2013 ascendió a 4,191 menores, lo que nos lleva a la decepcionante conclusión que -de continuar esa misma tendencia matemática- dicha cantidad se duplicará en el presente año 2014.

.Los orígenes y las causas de esta migración ilegal deben estudiarse para buscar soluciones  en ambos países junto con los alcaldes del país, dijo el funcionario hondureño, Juan Orlando Hernández, quien consideró que es un asunto de extrema urgencia al ser niños los expuestos. Para evaluar con exactitud este problema humano, el Presidente hondureño  envió  a su propia esposa, doña Ana García, al país del Norte. Después de conversar con los niños y niñas concentrados en los albergues, la Primera Dama de la nación quedó hondamente impresionada.

Refirió además que -siguiendo el plan concebido de los  retornos- el día 9 de mayo fueron retornados vía aérea unos 120 niños procedentes de Estados Unidos; el día 10, vía terrestre, regresaron unos 380 niños desde México; y el día12, también por vía terrestre, unos 300 menores y por vía aérea, otros 120. El día jueves 22 fueron recibidos unos 246 niños y los días 20 y 30 de mayo, otros 200 y otros 175, respectivamente.

Morales destacó el excelente entendimiento y la buena voluntad de las autoridades donde ocurre este triste fenómeno y sus autoridades de Honduras, tanto así que se han establecido acuerdos para que estos niños sean regresados por un solo punto fronterizo, Corinto, por la vía terrestre; y por la vía aérea a través de La Mesa, en San Pedro Sula, y Toncontín, en Tegucigalpa, para facilitar la bienvenida a tierra hondureña.

Incluso, destacó Morales que ante el alarmante problema e inesperado aumento de niños retornados, las autoridades mexicanas -imbuidas de su gran espíritu humano-  han accedido a que los numerosos autobuses que traen a los menores retornados lleguen hasta San Pedro Sula y no hasta la desolada zona fronteriza, como ocurría tristemente con anterioridad.

La principal causa de la migración de menores hacia Estados Unidos podría ser el resultado del excesivo número de personas adultas hondureñas que por factores económicos o de otra índole, como son la violencia, la pobreza y las injusticias, se han establecido en el país del Norte, aún desintegrando tristemente la unidad familiar.
Estos numerosos migrantes, -al estar separados de sus familias-, como lógica y humana aspiración, procuran hacer llegar hasta ellos a sus hijos  contratando a desconocidos coyotes que los llevan -a veces inhumanamente- hasta sus padres en una difícil y tortuosa ruta mediante el pago de sumas significativas y excesivas.

Para alivio de los migrantes centroamericanos que van hacia USA, los sacerdotes mexicanos Tomás González y Alejando Solalinde -imitando el ejemplo de las Órdenes Religiosas de la Edad Media- dirigen el “Hogar Refugio de los Migrantes” en Tabasco, México,  donde les proporcionan gratuitamente alimentación, medicinas, descanso y dinero, tratando también de convencerlos del riesgo que les espera en la peligrosa frontera con USA. A estos sacerdotes los comerciantes de la coca de uno u otro bando les envían amenazas de toda índole para desanimarlos y para que desistan de esa labor humanitaria. La Comisión de los DD HH -para animarlos por estas grandiosas labores humanitarias e inclinar la balanza- les han dado premios internacionales que valen mucho en esas circunstancias.

Dios dé sabiduría a ambas partes para que encuentren la solución urgente apropiada a este problema de los menores, amargado a veces por sufrimientos, violaciones y atropellos.

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