Dentro del estadio Maracaná es una fiesta completa, pero en las afueras el ambiente es distinto, luego que se presentarán varias protestas en los alrededores del coloso durante las acciones de la final.
Ante esta situación el dispositivo de seguridad que dispuso el gobierno de Brasil para el evento, se hizo presente para detener cualquier tipo de incitación a la violencia durante las protestas de repudio hacia el Mundial por los altos costos para el pueblo brasileño.
Al final la policía detuvo a varias personas por escándalo en las calles y ha puesto el orden en las calles aledañas al estadio.
Ver nota completa aquí