Gasean mineros artesanales que bloquearon carretera

CHOLUTECA. Centenares de mineros, que se tomaron parte de la carretera Panamericana, fueron desalojados con gases lacrimógenos.

Los mineros y sus familiares se sentaron en la carretera y fueron desalojados.
Los mineros y sus familiares se sentaron en la carretera y fueron desalojados.

Los obreros protestaron por el cierre de la mina y exigieron una alternativa para poder llevar el sustento a sus hogares.

Acompañados por sus parejas portaban pancartas contra las autoridades exigiendo la no detención de tres líderes mineros de San Juan Arriba, El Corpus.

La manifestación, que inició pacífica, se tornó violenta cuando los manifestantes caminaron con dirección a la comunidad de Santa Elena, desvío hacia Tegucigalpa y se sentaron sobre la carretera obstaculizando el paso de vehículos livianos y pesados.

El jefe policial, subcomisionado Oquelí Mejía Tinoco, había advertido a los mineros protestantes, que desalojaran la carretera ya que tenían más de dos horas obstaculizando el tránsito nacional e internacional y que tal acción era atentatoria.

COMIENZA DESALOJO

La indignación era evidente después de la gaseada.
La indignación era evidente después de la gaseada.

Los manifestantes pese a la advertencia policial, iniciaron su recorrido pacífico, sin embargo luego de caminar unos dos kilómetros, se sentaron en la carretera con sus carteles de protesta en apoyo a las tres personas que tienen requerimiento fiscal, entre ellos Geovany Zepeda y Virgilio Gúnera.

Ante la permanencia de los manifestantes en la carretera, la autoridad policial lanzó bombas lacrimógenas para el desalojo y habilitar el paso de vehículos y personas que tenían más de dos horas de transitar por la arteria Panamericana.

“Nacimos mineros y nos moriremos siendo mineros”, “Juan Orlando, San Juan Arriba se muere de hambre”, son entre otros los mensajes de los cartelones que portaban los manifestantes.

Durante el incidente entre mineros y autoridad policial, se detuvo los dirigentes Héctor Zepeda, Eduardo Rosales y Efraín Cárcamo, a quienes la oficina del Comisionado Nacional de los Derechos Humanos (Conadeh) verificó el estado físico de los detenidos.

Roberto Rosales, uno de los dirigentes, dijo que una de las razones de la protesta, es exigir al gobierno recuperar los cuerpos de sus ocho compañeros que aún están soterrados en las minas, además estar en contra del cierre de sus fuentes de trabajo.

Asimismo dijo que están apoyando moralmente a sus tres compañeros que tienen órdenes de captura y, que la creación de cooperativas en la zona minera, no es la solución al problema, por lo que no están apoyando dicha propuesta del gobierno.