La representante de la Organización de Naciones Unidas (ONU), Consuelo Vidal, declaró que a la institución mundial le preocupa profundamente la grave situación de los niños migrantes no acompañados procedentes de América Central.
“Es una situación humanitaria urgente que afecta a decenas de miles de niños. Los menores no acompañados, incluyendo aquellos menores de siete años, están haciendo ese peligroso viaje confiando a menudo en redes sin escrúpulos de tráfico de personas que los exponen a lesiones, explotación y abusos”, lamentó.
Así, apuntó que en la Declaración del Diálogo de Alto Nivel de las Naciones Unidas sobre la Migración Internacional y el Desarrollo, celebrada el año pasado, los Estados miembros reafirmaron la necesidad de promover y proteger con eficacia los derechos humanos y las libertades fundamentales de todos los migrantes, independientemente de su estatus migratorio y, en particular, de las mujeres y los niños.
“Por consiguiente, hago un llamamiento a los gobiernos de los países afectados, ya sean países de origen, de tránsito o de destino para que protejan con urgencia los derechos humanos de los niños migrantes, sobre todo su vida y su integridad física, de acuerdo con lo establecido en las normas jurídicas internacionales pertinentes”, demandó.
“Esta situación nos exige hallar soluciones compasivas e integrales para unas cuestiones cruciales. En primer lugar es importante atender las necesidades de los menores que se encuentran en tránsito o detenidos por los gobiernos después de cruzar las fronteras internacionales”, señaló.
A criterio de Vidal, en todos los casos la dignidad y los derechos humanos de los menores deben ser protegidos, a lo que agregó que, “es cada vez más evidente que existe una necesidad particular de establecer mecanismos sólidos de protección para los niños y otros grupos afectados por la violencia e impunidad imperantes en la región”.
También consideró que se debe prevenir y responder al riesgo de la trata de personas, sensibilizando a los padres y niños sobre los peligros de la migración no planificada y de confiar en informaciones inexactas.
En segundo lugar, indicó que se debe comprender mejor y atacar las causas fundamentales de este fenómeno, la pobreza y la desigualdad, como problemas de larga data que afectan a la región y que constituyen el origen de las rutas de migración establecidas.