EL TABLERO Y EL BRICS

arquero33MIENTRAS indagan qué sucedió con el avión malasio, Boeing-777 que se estrelló en la frontera de Ucrania con Rusia, con 295 pasajeros civiles a bordo -alcanzado por un misil que a saber qué terroristas dispararon- y convienen ya sea una reunión del Consejo de Seguridad de la ONU o un alto al fuego en el sangriento conflicto israelí-palestino, aquí vamos a distraer al amable lector sobre otros temas que, tal vez en este momento, no sean los que acaparan la atención del mundo. Pero son los que más conciernen al área latinoamericana. Ya estarán enterados, en estas latitudes -pese a que solo al nicaragüense le regaron maíz- que Putin y Xi Jinping, coincidieron en Brasil. Putin estuvo en el partido final del mundial de fútbol, ya que Rusia será anfitrión de la próxima copa, pero la agenda fundamental es otra. Igual la del presidente de la China Continental. Ambos se dieron una paseadita por la vecindad y fue más que un periplo turístico o para estrechar relaciones con sus socios y amigos.

En la cumbre BRICS, celebrada en Fortaleza (noreste de la capital de Brasil), crearon un nuevo banco de desarrollo. Se trata de una impresionante arquitectura financiera propia que tendrá su sede en Shanghái. Su capital inicial es de 50 mil millones de dólares y hasta 100 mil millones de capital autorizado -no son cacahuates- repartido en partes iguales entres los socios -Brasil, China, India, Rusia, Sudáfrica- destinado a financiar las grandes obras de infraestructura. Después, los líderes de las potencias emergentes que conforman el BRICS tuvieron una reunión en Brasilia con los presidentes de Unasur, para celebrar el nacimiento del gran banco del bloque, como alternativa al Fondo Monetario Internacional y al Banco Mundial. La creación del banco es para financiar infraestructuras que los países en desarrollo precisan, y contará con reservas millonarias comprometidas por los fundadores, se dice que para contrarrestar la hegemonía europea y estadounidense.

Evo sintetizó el sentimiento de las naciones de Unasur: “Lo que hacían el Banco Mundial y el FMI es chantajear a los gobiernos (…) el nuevo banco de desarrollo estoy seguro de que en el futuro acabará con las políticas neoliberales y nuevo colonialismo”. Cristina le puso el condimento proclamándose defensora de: “un reordenamiento global financiero que incluya las necesidades de crecimiento, producción, y no de destrucción del empleo, el abandono de las sociedades que nos ha tocado vivir durante tantas décadas a los americanos del sur”. (Ve, a propósito de esto que dice la Cristina, como nosotros no estamos allá, ¿cuándo, y a qué sacrificio adicional, es que aquí firman con las aves agoreras para seguir en el suplicio?). También, con la presencia de Raúl -quien voló desde la isla después de haber celebrado, él y su hermano Raúl, sendas reuniones privadas con Putin y Xi Jinping- lanzaron el foro China-América Latina. Así, que el auditorio queda bien informado, si es que no se había enterado de todos estos movimientos. Aunque sin duda son hechos extraordinarios para los convidados, aquí no levantaron mucho polvo. Los rusos y los chinos anduvieron, con billete de sobra, suavecito, pero contundentes, por el vecindario. Mientras aquí ven hacia el sur (los socarrones dicen que a Valle y a Choluteca), allá en el sur van bien adelantados, viendo para otro lado. O más bien, los del otro lado, de anticipados, viendo para acá. (Aquí, en esta sección editorial, interesados por la solidaridad a Done un Aula, hasta mareados hemos quedado viendo para todos lados). Como decíamos ayer, peligroso es aventurar comentario. Pero el perspicaz lector puede deducir, con intuición propia, los efectos de estos movimientos en el tablero de ajedrez mundial.