La crisis económica que se atraviesa ha motivado a centenares de comerciantes a vender ropa de segunda.
Basta con darse una vuelta por el centro de la capital y se podrá observar cómo han proliferado los famosos “agachones”.
Esos lugares tienen las tarimas llenas de vestimentas de cualquier talla, y hay para todas las edades, también utensilios para el hogar, zapatos, fajas y carteras.
Los hondureños ante la actual crisis económica, ya sea por la falta de empleo o aumento a la canasta básica, han decidido visitar los “bultos”, pues consideran que la ropa es más barata y de muy buena calidad, dijo Lourdes Amador, quien considera que “es buenísima, yo solo de aquí visto a mis hijos, son cuatro y me es difícil comprarles ropa nueva”.
Capitalinos buscan cuidar su poco dinerito y estirarlo en los agachones, pues es más barato comprar en lugares donde venden ropa de segunda, afirmó el administrador de uno de esos negocios, José Rodríguez.
DE BULTO PERO DE MARCA
Doña María Hernández visita frecuentemente las tiendas de ropa usada, compró pantalones de marca para su hijo, y expresó que desde hace años ha comprado ropa de bulto, ya que su situación económica es precaria, y su hijo es joven y le gusta andar a la moda y de marca”.
“Con 100 lempiras llevo 15 piezas, en ninguna tienda hay estos precios”, indicó.
Hasta los diputados vienen aquí a buscar sus elegantes sacos para lucirlos en el hemiciclo y la gente más pobre no escapa de esa realidad.
En algunas tiendas con 100 lempiras se compran 15 piezas de ropa de calidad afirmó el encargado.
He querido ver mi país con otros ojos dijo el empresario, yo genero empleo a más de 200 personas directamente e indirectamente, pues hay personas que revenden mis productos, concluyó.(DCLF)
