En estos tiempos del hormigón y la canaleta, aún sobrevive una hermosa Tegucigalpa de adobe y teja… Sin embargo, muchas casonas de este material, que ya tienen más de 100 años de haberse construido, podrían estar condenadas a quedar en ruinas.
El edificio de la Galería Nacional de Arte, construido en 1654, el del actual Museo de Historia Militar, que data de 1731, y el Teatro Manuel Bonilla, edificado en 1915, delatan la durabilidad del adobe y el magnífico trabajo de arquitectos y constructores del ayer.
No obstante, no se puede pasar por alto que detrás de la belleza de estos y otros inmuebles públicos construidos con este material hay millones de lempiras invertidos en restauración.
CASONAS DETERIORADAS
El Barrio Abajo de Tegucigalpa es uno de los sectores del centro histórico de Tegucigalpa con más casas de adobe, muchas de estas bastante deterioradas.
¿Qué se puede hacer?, se le consulta a la subgerente de promoción y coordinación de oficinas regionales del Instituto Hondureño de Antropología e Historia (IHAH), Patricia Cardona.
De acuerdo a la funcionaria, la falta de materiales de calidad para restaurar este tipo de viviendas es el principal problema para preservarlas.
“Tenemos un problema y es que no hay material de calidad para que la gente pueda seguir conservando sus casas de adobe y sus techos de teja, así que poco a poco se va trabajando con el Colegio de Arquitectos y con maestros constructores”.
Si bien, Cardona se refiere a la calidad del material en sí, lo cierto es que en Tegucigalpa cada vez son más escasas las fábricas de tejas y los constructores que trabajen bien con el adobe.
ARQUITECTURA VERNÁCULA
“A las personas se les enseña a proteger las casas donde viven, especialmente si son de arquitectura vernácula como de adobe o techos de teja”, sin embargo, los materiales que se precisan no están disponibles en las ferreterías.
Cardona manifestó que el IHAH contempla la posibilidad de involucrar el tema de la elaboración de material de construcción vernáculo de calidad, “para que cuando nosotros le pidamos a la gente que proteja sus casas, ya sepan dónde ir a comprar un material de calidad”.
¿Por qué se dejó de utilizar el adobe? Según expertos del ramo, el adobe bien podría utilizarse en construcciones de interés social, para ahorrarse miles de lempiras…
Sin embargo, las constantes inundaciones en algunos sectores de la ciudad han orillado a los capitalinos a preferir las construcciones reforzadas con varilla de hierro. (CF)
DATOS
La enciclopedia Wikipedia define la arquitectura vernácula como “aquella que se constituye como la tradición regional más auténtica. Esta arquitectura nació entre los pueblos autóctonos de cada región, como una respuesta a sus necesidades de habitar”. Esta arquitectura es realizada por el mismo usuario, apoyado en la comunidad.
TRISTE DESTINO SIN FONDOS PARA RESTAURAR
En los barrios del centro de Tegucigalpa, como La Plazuela, La Hoya, La Ronda, entre otros, todavía sobreviven numerosas viviendas de adobe que conservan incluso sus respectivos techos de tejas.
La mayoría de estos inmuebles forman parte del Inventario de Bienes Patrimoniales del Distrito Central y que no pueden ser remodelados ni demolidos sin autorización del IHAH y de la Alcaldía capitalina.
Lamentablemente, a falta de dinero para invertir en restauraciones, muchos propietarios de estas vetustas viviendas han optado por dejarlas “morir”, azotadas por los embates del tiempo.