Seúl, (EFE).- El jefe del Estado Mayor del Ejército de Corea del Sur, Kwon Oh-sung, presentó hoy su dimisión por los recientes episodios de violencia en los cuarteles que han desatado varias muertes de jóvenes que realizaban el servicio militar.
«Siento una gran responsabilidad por la situación y ofrezco mi dimisión por el bien del país y de las Fuerzas Armadas», expresó la máxima autoridad militar surcoreana, en un comunicado leído en rueda de prensa por un portavoz del Ministerio de Defensa.
El general Kwon, que asumió el cargo el pasado septiembre, aseguró estar «muy afligido» por los incidentes de los últimos meses y reiteró su «compromiso con la necesidad de hacer frente a los problemas crónicos del Ejército y poner en práctica un nuevo código de conducta».
Un tiroteo con cinco militares fallecidos y la muerte de otro soldado a manos de sus compañeros, ambos con el acoso como detonante, han generado una fuerte alarma en la sociedad surcoreana.
Un recluta de 23 años que realizaba el servicio militar obligatorio murió ahogado en abril después de que otro soldado de su cuartel le propinara una patada en el pecho mientras comía.
Una primera investigación desveló la semana pasada que este soldado había sido sometido durante meses a humillantes vejaciones de sus compañeros, como obligarle a tragar tubos enteros de pasta de dientes o a aplicarse pomada en sus órganos sexuales.
En otro cuartel el pasado junio otro soldado de 22 años, también acosado por sus compañeros, hizo estallar una granada y abrió fuego con su rifle reglamentario causando cinco muertos y siete heridos, en un suceso que generó una fuerte conmoción en el país.
De momento se desconoce si la presidenta surcoreana, Park Geun-hye, aceptará o no la dimisión del jefe del Ejército.
Todos los varones aptos deben realizar una vez superada la mayoría de edad dos años de servicio militar en Corea del Sur, país que técnicamente sigue en guerra con la vecina Corea del Norte. EFE